"Enrique se fue de viaje", relató su hija Graciana Zuleta respecto de quien fuera, entre otros recorridos de su trayectoria, rector de la Universidad Nacional de Cuyo durante la década de los 80 y que falleció el martes pasado.
El hombre, nacido en La Plata en 1923 pero radicado tempranamente en nuestra provincia, murió el martes a los 91 años y fue despedido a ayer, en el cementerio Parque de Los Cipreses, en Lomas de San Isidro, Buenos Aires. Le sobreviven su mujer, Emilia María Puceiro, con quien tuvo 78 años de matrimonio, y sus hijos Enrique, Ignacio, Graciana, Ángela y Javier.
Era hijo de Enrique Zuleta, que fue gobernador de La Rioja. Ingresó en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo, institución de la que llegaría a ser rector de 1981 a 1983 y profesor emérito. Con una carta de recomendación de Eduardo Mallea, dirigida a Julián Marías, Zuleta Álvarez viajó a España para hacer estudios de perfeccionamiento. Allí fue alumno de Dámaso Alonso y conoció a filósofos, poetas e historiadores destacados.
En Mendoza, fue catedrático titular de Historia de las Ideas Políticas y Sociales Americanas y se desempeñó como profesor visitante en numerosas universidades de Europa, América y Estados Unidos. Fue, además, un bibliotecario entusiasta; actuó en política en diversas ocasiones -fue asesor del Ministerio de Educación durante el gobierno de Frondizi-. Era miembro de número de la Academia Nacional de la Historia.
Fue director, también en nuestra provincia, de la Biblioteca Pública "Gral. San Martín", director de la Biblioteca Central de la Universidad Nacional de Cuyo y durante 1958 a 1964, director provincial de Cultura de Mendoza. Catedrático titular de "Historia de las Ideas Políticas y Sociales Americanas" en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Cuyo.
Entre sus obras figuran: Libros y bibliotecas de América: un tema de Sarmiento (1961), Perspectivas bibliotecarias en Mendoza (1961), Introducción a Maurras (1965), Clasicismo y orden en la obra de Charles Maurras (1977), Azorín y Maurras (1976), Francia en las ideas políticas y en la cultura argentina (1965). El nacionalismo argentino (1975), Rodolfo Irazusta y la idea de una política nacional (1980). Recibió el Premio Mención Especial de la Secretaría de Cultura de la Nación y, en 2007 junto a su esposa, la condecoración de la Cruz de Oficial de la Orden de Isabel La Católica de España.
Un hombre de cultura
Según aseguran, quien mejor conoció a Zuleta Álvarez en Mendoza y con quien estableció una gran amistad fue con Carlos Egües, quien destacó que "lo conocí por la relación de mi mujer con Emilia Puceiro de Zuleta, su esposa. Sobre todo en los últimos 20 años fue un amigo viejo, tenía 30 años más que yo. Lo considero un maestro, un hombre de una cultura inmensa y un amigo muy querido que venía mucho a mí casa".
Egües, quien hace un año no veía al ex rector de la UNCuyo, asegura que cuando Enrique se fue a vivir a Buenos Aires junto a su familia volvía de visita seguido a Mendoza y a visitarlo, ya que era considerado un miembro más de la suya.
"Era un querido amigo viejo con quien hablábamos mucho, charlábamos mucho, sabía muchísimo de historia, de literatura y de ideas políticas, que es una cátedra en la que estoy actualmente. Compartíamos las mismas inquietudes era un hombre generoso y de mucha lectura".
Su hija Graciana, en tanto, destacó que amaba a sus amigos y que era una persona que siempre se esforzó por transmitir el sentido de la amistad. "Siempre estaba en el café del Automóvil Club con sus amigos, era una persona con mucha fuerza", dijo, agregando que hace aproximadamente 15 años que dejó Mendoza, provincia a la que llegó de niño por sus problemas de asma.
Según su hija, sus grandes amigos fueron los periodistas Jaime Correas y Carlos La Rosa, además de Amadeo Frúgoli, quien fuera ministro de Defensa del Proceso militar durante la Guerra de Malvinas. "Hacía la comida de los dinosaurios, como él le decía a ese encuentro, junto a Carlos Rodríguez y Miguel Mathus en el Club de Campo", añadió Graciana.
La última entrevista
Carlos La Rosa, hace unos 8 años, en lo que fue la última entrevista en profundidad con Los Andes, destacaba que el historiador, mendocino por adopción, reivindicaba fervientemente un nuevo tiempo en los estudios históricos argentinos alcanzando un alto nivel científico.
En ese tiempo, a la vez criticaba a los best-sellers históricos de moda, en los que se intenta hacer sobrevivir desencuentros ideológicos ya superados por el tiempo. "Hay gente que los defiende porque dicen que con ellos los chicos al menos leen algo de historia, en vez de limitarse a ver Gran Hermano", decía.
Y agregaba: "No, no es esa la opción. La opción es que lean un buen libro de historia porque lo que sacan de Gran Hermano y lo que sacan de esos librejos son cosas igual de insignificantes en cuanto a conclusiones y a una cultura real. Son igual de malos".
Respecto de la historia, su disciplina de estudio, afirmaba que "es la que va discurriendo al curso de la evolución historiográfica. Me resulta un poco chocante llamarla seria. Yo diría una historia que se apoya en la investigación, en los documentos y en un sincero deseo de establecer la verdad de los hechos".