Siempre filoso y polémico, Enrique Piñeyro tiene todos los fundamentos para asegurar que en el aire se está más seguro que en el suelo. Y que los prejuicios o miedos que tiene el hombre sobre la aviación pueden resolverse escuchándolo arriba del escenario.
El actor y director, que luego de alejarse de la aviación civil volcó su vida al cine, la actuación, el teatro y la gastronomía, presenta por primera vez en la provincia de Mendoza su show de stand up "Volar es humano, aterrizar es divino". Un espectáculo en el que, a bordo de un avión (proyectado en una pantalla), vuelca toda su experiencia en un puñado de situaciones para que el público se divierta y reflexione.
"Es una terapia, porque van a salir aterrorizados de todo el resto pero, miedo a volar: cero. No hay nada ahí arriba. En 2017 no se mató nadie a bordo de un avión de línea; fueron 38 millones de vuelos. Cazando pokemones se murieron 235 personas. O sea que está clarísimo dónde estás más seguro", confiesa Enrique Piñeyro que, con todas las estadísticas estudiadas, lleva seis temporadas en cartel con este espectáculo y comienza su gira nacional esta noche en el teatro Mendoza.
"Todos los años es un show distinto, porque se actualiza con lo que pasa. Pilotos, médicos y políticos están siempre. Pero siempre hay profesiones invitadas: este año le toca a los arquitectos, le tocó a los abogados, voy cambiando".
- ¿Hay más prejuicios o más miedos a la hora de volar?
- Hay un conjunto de cosas: la industria del cine, la publicidad y las autoridades aeronáuticas que no ayudan para nada. Porque te hacen esos cacheos carcelarios y que hasta los 64 años te tenés que sacar los zapatos. Después el cine, que no para de hacer películas de aviones que no matan a nadie. Los mosquitos matan un millón de personas por año y nadie tiene miedo a los mosquitos.
Como piloto renunció a Lapa dos meses antes de que ocurriera el accidente aéreo en 1999, cuando murieron 65 personas, tragedia que había anticipado debido a las irregularidades dentro de la aerolínea. Y aunque ya había tenido experiencias como actor, a partir de ese momento, el multifacético Piñeyro dedicó su vida al cine, la producción y la actuación con películas como “Whisky Romeo Zulu”, “El Rati Horror Show”, “Fuerza aérea sociedad anónima”.
- ¿Te imaginabas que luego de tu alejamiento de la aviación tu vida iba a ir por el lado del cine y actuación?
- No, porque estoy abierto a lo que venga. Cuando entro con mi crisis vocacional es porque estoy entrando en mi segunda adolescencia. Y todo se va armando y lo más increíble es que mañana (por el jueves pasado) rindo mi examen de Boeing 737 y vuelvo a volar si sale todo bien. Y eso es lo que más movilizado me tiene.
- Después de tu alejamiento de la aviación civil, ¿te ofrecieron un cargo público en el área?
- Sí. Al principio del gobierno de Kirchner me llamaron y les dije que no era la persona correcta, pero les aconsejé quién era el indicado. Y de hecho vino a la Argentina y se estaba encarrilando la cosa en la aviación civil y de golpe Aníbal Fernández me dijo: “Hemos hablado con el ministro De Vido”. Y fue lo último que escuché. Después pasó todo lo que pasó, no invirtieron en radares. Para ser funcionario tenés que escuchar a muchos De Vido, y eso no funciona así. Tiene que ser un ente independiente, totalmente separado de la política. La investigación de un accidente no puede estar sometida a los vaivenes políticos. Muchos países tienen otra legislación donde el cargo es inamovible, y no puede ser removido y tiene esa inmunidad política.
- ¿Cuál es la gran falencia de la aviación civil?
- Nadie resuelve el tema de los radares. Se llenaron la boca hablando de la revolución de los aviones y los radares no aparecen. Chile y Uruguay los tienen hace más de 40 años: permiten un tránsito más ágil.
- ¿No invierten porque es caro?
- Sale 10 ó 20 millones de dólares pero no entienden, no les importa; cada uno está con sus proyectos políticos. El gobierno anterior transformó en una unidad básica a Aerolíneas. Este gobierno la maltrató, le puso una competencia desleal, en donde todas las low cost se van a fundir, todas, y lo vamos a terminar pagando los contribuyentes. No entienden, no tienen visión de Estado y no saben para qué sirve una aerolínea de bandera.
- ¿Cómo surgió el proyecto de la ONG solidaria de Aviación?
- Fue cuando fui a Somalia a filmar un documental sobre el proceso de democratización y establecer bases, porque es tierra de nadie. Y cuando entramos con un avión de Naciones Unidas, el piloto se fue mar adentro, se planchó sobre el agua, para no dar contacto visual a los lanza misiles e hizo una operación bastante deportiva para llegar a la pista. Cuando despegamos me di cuenta de que nos podían atacar también en el despegue. Ahí me enteré cómo operan las distintas ONG en zonas de conflicto con los aviones y cobran fortunas. Entonces se me ocurrió hacer una ONG que vuele al costo, que haga los vuelos humanitarios y bajar los costos. Que no sea para ganar plata sino para brindar apoyo logístico a organizaciones que hacen operaciones complejas en zonas difíciles. Y que esa logística sea hecha por pilotos de líneas aéreas, pero que puedan hacer esa operación.
La ficha
Volar es humano, aterrizar es divino.
Dirección y actuación: Enrique Piñeyro.
Día y hora: hoy, a las 21.
Lugar: teatro Mendoza (San Juan 1427, Ciudad).
Entrada: $ 350, $ 400, $ 500 y $ 600. En boletería, Maxi Mall (Las Heras 54, Ciudad), www.1000tickets.com.ar o al 0810 777 8484.