Enrique Piñeyro: “Da mucha impotencia y bronca la impunidad judicial”

Piloto y cineasta, anticipó lo que iba a ocurrir con el despiste del avión que dejó 65 muertos.

Enrique Piñeyro: “Da mucha impotencia y bronca la impunidad judicial”
Enrique Piñeyro: “Da mucha impotencia y bronca la impunidad judicial”

Médico, piloto de avión, director y productor de cine, también actor. Desde hace un año sumó el oficio de cocinero (abrió su restaurante "Anchoíta" en Buenos Aires). Su debut como director de cine fue en 2004, con "Whisky Romeo Zulú", nombre que debe a la matrícula del avión de Lapa cuyo decolaje accidentado produjo la muerte de 65 personas, hace 20 años. En la película (que también produjo y escribió), Piñeyro contó la tragedia sobre la que, en vano, había alertado que podía suceder.

-Oscar Nóbile, sobreviviente, dijo: "Enrique Piñeyro anticipó que iba a caer un avión..."

-Sí, me da mucha impotencia, mucha bronca. Vos avisaste, parás, hacés señas, perdés tu carrera, pagás precios muy altos…   y una vez que eso pasa, la impunidad, la corrupción judicial. Caso Fabián Chionetti, uno de los procesados. El antecesor en su cargo fue condenado; su mano derecha, el jefe de línea Boeing 737, fue condenado; él, zafó. Y ese tipo ahora es inspector de línea aérea. Es funcionario público encargado de examinar a los pilotos. El Ministerio de Transporte dijo: “fue absuelto, no tiene cuentas con la justicia”. Lo que se olvida el Gobierno al nombrar a Chionetti como inspector “porque no tiene cuentas con la Justicia”, es que no solo hay una responsabilidad penal, sino una responsabilidad social, política, a la hora de designar un funcionario. Y hay un tema de sensibilidad con las víctimas.

-¿Se acuerda del primer incidente que tuvo en Lapa?

-Incidentes tuve miles. Presiones para salir con aviones que no estaban en condiciones, miles. Reproches por haber hecho lo que te pide el manual que hagas, miles. Y gran parte de esos reproches me los hacía ese señor que ahora es inspector…

-La presión comercial de volar un avión…

-Sí. En medio de una carrera de despegue, cerca de la V1, que es la velocidad de decisión, o sea, ya estás yendo muy rápido, tenés que actuar muy rápido, el copiloto me dice ‘tenemos pérdida de potencia en el motor 2’. Empezás a perder potencia, aborto el despegue, vamos a plataforma, cuando bajo, el gerente de operaciones me dice: ‘¿La pérdida de potencia era indicada o real?’. ‘¿Qué estás preguntando? Vos te crees que me voy a poner a mirar si patea mucho, poquito o nada, a ver es real, sí, no, bueno, sí, creo que es real, vamos a abortar…’  A ese entonces ya cruzaste la Costanera diez veces. No te pueden hacer esas preguntas. Sin embargo era moneda corriente. Despegaban con motores en sobre temperatura y corregían el indicador del motor.

-En la película habla de 100 reportes técnicos y 96 falsas alarmas…

-Sí, son los reportes técnicos que presenté a la Justicia. Decidió mirar para otro lado.

-¿Cómo se enteró del accidente?

-Como nunca tuve tele, ese día estaba en casa de unos amigos mirando un programa de Lanata, en el que iban a hacer una crítica de Garage Olimpo, una película en la que había actuado y había coproducido. Vemos que a Lanata le dicen algo al oído, le pasan un papelito. ‘Me pasan un informe, se está quemando un avión en Aeroparque, un avión de Pluna’…   ‘Qué raro’, pensé. Los pilotos de Pluna fueron instructores míos, eran tipos muy estandarizados, volaban muy bien, muy respetuosos de las normas. Y en un momento (Lanata) dice ‘vamos a Aeroparque’. Cortan el programa y empiezan a transmitir. Vi esa bola de fuego…   veo gente que corre, y veo la espalda de una camisa con el logo de Lapa. ‘Esto no es Pluna, esto es Lapa’. Y miro un poco más, veo el ala que está tirada en el medio de la costanera y se ven que los flaps están arriba.

-¿Qué le sugirió eso?

-Como investigador de accidentes, y yo he investigado varios, entre ellos el de Austral (la tragedia de 1997), siempre te abstenés de sacar una conclusión rápida. Siempre. Pero esta era demasiado obvia. No estaban los flaps. Los flaps son unos chapones que salen del borde de fuga del ala que te permiten volar más lento, entonces despegás con menos velocidad. Ahora, si no los tenés, necesitás tanta pista que no salís. ‘No puede ser’, digo. ‘¿No habrá sonado la alarma de configuración y le dieron potencia?’.

-¿Cómo es eso?

-Porque apenas estás parado y ponés los aceleradores verticales, empieza ‘tu, tu, tu’, un corno realmente potente. Cuando salió la grabación y todos escuchamos ese corno, te das cuenta del desmadre operativo que había en esa cabina esa noche. Era la copia del desmadre que había en esa compañía y de la complacencia de la autoridad que le dejaba hacer cualquier cosa.

-¿Lo conocía bastante al piloto Weigel?

-Sí. De hecho estuve cuando le fue mal en el simulador…

-Weigel fue determinante en su situación en Lapa.

-Marcó mi ruptura con la compañía. Yo paré un avión porque tenía el horizonte stand by inoperativo para un vuelo nocturno. No hay forma de saber tu posición si perdés los horizontes de noche. Y si no tenés ese stand by, vos podés tener el avión invertido, que no te vas a dar cuenta. En los aviones no hay sensación física como en un auto. Entonces, no podés volar. Es una condición se que llama ‘no go’. Vos tenés un librito, una lista de chequeo que te dice cada cosa si podés salir o no. Entonces te dice ‘¿horizontes instalados?, tres’, ‘¿Operativos?, dos’. Uno de ellos tiene que ser stand by. No andaba el stand by y no andaban ninguno de los otros dos. Listo. Me bajo.

-¿Hay pilotos que en estos momentos vuelan bajo presiones como las que denunciaste en Lapa?

-No…   la posibilidad de que te pase algo arriba de un avión es infinitesimal. El problema es que no mejoramos en nada. El gobierno habla de la ‘revolución de los aviones’ y lo único que hizo fue traer compañías low cost de empresas extranjeras que nos están fumando el cabotaje, le puso una competencia totalmente desleal a Aerolíneas.

PERFIL

Quién es Enrique Piñeyro es piloto de avión, pero además médico, productor y director de cine, actor y ahora, cocinero con restaurante propio.

Qué hizo Como piloto de Lapa denunció las falencias con que volaba la compañía. Renunció meses antes de la tragedia del 31 de agosto de 1999. La historia de ese accidente aéreo la contó después en su película "Whisky Romeo Zulú (2004).

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