Enrique Morea, quien fuera jugador, presidente de la Asociación Argentina de Tenis (AAT) y uno de los grandes representantes del deporte en nuestro país murió hoy a los 92 años, informaron sus allegados.
Morea, uno de los mejores jugadores de la historia del tenis argentino, fue presidente de la AAT durante cinco mandatos, hasta que en 2010 fue designado como presidente honorario de la entidad.
En el plano internacional, el ingeniero Morea, nacido el 11 de abril de 1924, también fue reconocido y llegó a ocupar el cargo de vicepresidente de la Federación Internacional de Tenis (FIT) entre 1977 y 1979, y fue reconocido como consejero honorario de por vida desde 1993.
Medallista de oro en la primera edición de los Juegos Deportivos Panamericanos de 1951, Morea tenía su lugar en el Salón Internacional de la Fama de la FIT y era miembro del panel internacional.
Su destacada trayectoria deportiva lo transformó por primera vez en presidente de la AAT en 1973, cargo que ocupó hasta 1979 -lapso en cual tuvo algunos cruces con Guillermo Vilas, ídolo del tenis argentino-, y luego sumó otros cuatro mandatos entre 1997-2001, 2001-2005, 2005-2009 y 2009-2014.
Como deportista, fue considerado el mejor tenista argentino y de Sudamérica entre 1946 y 1966, sin interrupción, por lo cual en 1955 llegó a ser considerado como uno de los 10 mejores tenistas del mundo (en esa época no había ranking oficial ATP).
Fue campeón del doble mixto en Roland Garros en 1950, en pareja con la estadounidense Barbara Scofield, sacándose la espina que tenía clavada desde 1946, cuando perdió el titulo del doble masculino en pareja con el ecuatoriano Pancho Segura.
Fue también dos veces semifinalista en singles del Grand Slam de París y perdió tres finales de doble mixto en Wimbledon.
Como jugador ocupó también un rol clave en la historia de la Copa Davis: entre 1948 y 1958 fue capitán y jugador.
En los Juegos Panamericanos Buenos Aires 1951, que se realizaron bajo la presidencia de Juan Domingo Perón, ganó dos medallas de oro en singles y doble y una medalla plateada en mixto.
Una vez retirado tuvo un paso por el arbitraje y se destacó como árbitro general de Copa Davis en tres finales: Rumania- Estados Unidos, 1972, en Bucarest; Italia- Chile, 1976, en Chile; y Estados Unidos- Italia, 1979, en San Francisco.
En los últimos años, algunos problemas de salud no le permitieron recorrer el circuito y disfrutar del tenis con la asiduidad que solía hacerlo. Por esa razón, se perdió la final de la Copa Davis 2016 ante Croacia, en Zagreb, en la cual el equipo argentino obtuvo el preciado trofeo.