En la reciente entrega de premios Best of Mendoza's Wine Tourism 2018, certamen que reconoce la excelencia en el enoturismo, fue galardonado con el oro en la Categoría Servicios Relacionados, Sheraton Mendoza con su propuesta "Entre copas". En pocos días irán a Casablanca, Chile, a competir con los otros oros mundiales.
La actividad destacada, “Entre copas” consiste en reunir en un exclusivo ambiente a los mejores enólogos de la provincia, uno cada mes, con los comensales, quienes no sólo degustan los mejores vinos del creador sino que comparten un maridaje estupendo realizado por el hotel, anécdotas, datos de cata en un sitio relajado y único.
La idea surgió -cuenta Ariel Pérez, Gerente General de Sheraton Hotel Mendoza y Enjoy Casino- a través de un equipo de generadores de contenidos del alojamiento, en una reunión de brainstorming con la intención de incrementar la oferta al visitante, a los huéspedes y a los mendocinos, y generar un wine dinner, fue el resultado.
Sin embargo Pérez, que venía de Uruguay, consideraba a los enólogos -desde afuera- como próceres, los creadores de lo que tomábamos en el extranjero, cuenta, y al llegar a Mendoza comprobó que eran muy accesibles, trabajadores y creativos que estaban a pesar de su fama, al alcance de compartir una mesa con huéspedes y locales. Así Entre Copas vio la luz.
“Se trata de una cena chica, entre 30 y 40 personas en la que el enólogo del mes define cada aspecto. La propuesta es hacer sentir a todos los que acuden como en casa. Entonces quien hace los vinos y el equipo de Alimentos y bebidas establecen los maridajes” dice Pérez y agrega que “en verdad el evento es un marco conceptual, porque cada ocasión es diferente y requiere de una performance distinta que el hotel pone en práctica para plasmar, de la forma más fiel posible, esa inspiración que tuvo el enólogo”.
Junto a Agustín Ceballos gerente de Marketing y a Ana Rodríguez gerente de Recursos Humanos, recuerdan los diferentes eventos del año: a Marcelo Pelleriti con una banda de rock en el medio de la cena y un Felipe Staiti (Enanitos Verdes) llegando a tocar junto a él. A Walter Bressia por ejemplo, que en la semana del Día del Padre lo sorprendieron llenando toda la mesa de polaroids con imágenes familiares, un mimo para Walter y los suyos, pero también una nueva forma de mostrar al hacedor de vinos para los asistentes.
Rememoran la cena francesa con Alto las Hormigas -con el proyecto de malbec estilo argentino pero hecho en Francia- cuando la decoración era exclusivamente con quesos. En un momento de la noche el dueño del hotel corta uno de los quesos y un turista con total familiaridad toma el plato y se pone a repartirlo entre los asistentes: “Esto es sentirse cómodo”, aseguran. Así pasaron las anécdotas de Roberto de la Mota, Michel Rolland, Mariano Di Paola quien terminó la noche con su grapa estrella, entre otros.
Esta semana fue una enóloga, Gabriela Celeste, que trabaja junto a Michel Rolland, quien presentó su propia línea “Escarlata” y como es bailarina de tango, ése fue su sello. Incluso bailó ante la sorpresa de los comensales. El mes que viene será Alejandro Vigil el rey de la noche, precisamente el 16 de noviembre. Para agendar.
Sorprender
Las motivaciones que llevan al equipo ante cada cena de Entre Copas es la “sorpresa”. Se esmeran en que no haya una igual al otra. Esto tiene un valor importante para los que ya son asiduos, comentan. Por otra parte destacan que es un producto fuerte porque tiene continuidad. Una vez al mes, una cena top tiene lugar en el piso 17 y ya es conocido por mendocinos y cada vez más por los visitantes.
En este sentido Pérez afirma que “la gente que viene a Mendoza no tiene tiempo de conocer todas las bodegas, mucho menos al enólogo de ellas. Por ello nosotros se lo traemos al centro de la ciudad”.
“Para huéspedes y mendocinos, es un extra de lujo, una cena íntima vinculada por el vino -señala Ana Rodríguez- . Conocer la historia de vida de esa persona (del enólogo) te da familiaridad; descubrir cómo se hizo ese vino, el relato detrás de la etiqueta famosa”. Entonces “te llevás cosas a tu casa que no tenés forma de conocerlas de otra manera” concluye Ceballos.
La impronta de la personalidad del enólogo es lo que luce, hace degustar sus vinos, cuentan lo técnico pero importa también el detrás de escena de ese caldo. No faltan las añadas únicas. Las botellas tesoro que guardan para ellos y la comparten en estas particulares cenas.
El oro y los desafíos
Felices con el galardón, aseguran que el año próximo deberán redoblar la apuesta como desafío de equipo, innovar, ya lo tienen pensado aunque se negaron a adelantarlo... “El Best of es un reconocimiento al trabajo del equipo, es un mimo muy grande para el personal, es también dar visibilidad al producto al que le ponemos mucho cariño -indica Ariel Pérez- y además nos da difusión local, nacional a través del Ministerio de Turismo de la Nación, y también en el mundo con la Red de las Grandes Capitales del vino.
Agenda
16 de noviembre: Alejandro Vigil, $ 800.
Diciembre: Huentala Wines con sus enólogos, $ 800.