“Con los chicos no”. Así sintetizó la subsecretaria de Planeamiento de la DGE, Emma Cunietti, su posición frente a las fotos que se conocieron de militantes del SUTE con niños, en horario escolar. El hecho provocó la prohibición del ingreso de gremialistas a los establecimientos.
En las imágenes, los sindicalistas aparecen frente a grupos de alumnos de diversas edades (se reconocen, en algunos casos, pequeños de grados inferiores) como si estuvieran impartiéndoles algún tipo de lección. Se ve a los docentes con el chaleco del SUTE y con pancartas diciendo “no al ítem Aula”, entre otras leyendas.
La situación generó una fuerte reacción de la DGE, que envió un memorándum a los directivos de las escuelas recordándoles la vigencia de una norma que impide el ingreso de personas “extrañas” a los establecimientos.
Salió, con buena parte del gabinete, encabezado por Cunietti, a apoyar esa determinación. Para ello, se basó en el artículo 22 de la ley nacional 26.061, referido al “derecho a la dignidad” de niñas, niños y adolescentes. Allí se lee que los menores, “deben ser respetados en su dignidad, reputación y propia imagen”.
La intención lógica era cuestionar la actitud de los gremios de “bajar línea” a los jóvenes durante sus protestas.
“Es una foto que no queremos ver”, dijo Cunietti, junto por otras autoridades. “Queremos llamar a la reflexión del sindicato, porque ningún derecho es más importante que los de los niños”, continuó.
En ese sentido, la DGE rechazó cualquier tipo de reunión gremial que se haga “en horarios de clase y con los niños”. Prometió “investigar el hecho”, aunque no habló de generar algún tipo de sanciones, al menos por ahora.
Las fotos fueron tomadas durante el “caravanazo” que realiza el SUTE por distintos departamentos, para reclamar en contra del ítem Aula y por la reapertura de la paritaria.
Según la DGE, aparecieron en el sitio web del SUTE, de donde las “bajaron” para cuestionarlas. Aunque hubo quejas de otros funcionarios del Gobierno porque las imágenes, “misteriosamente ya desaparecieron” de ese sitio.
Desde el gremio, su titular, Adrián Mateluna, no desconoció la existencia de las fotos, aunque minimizó su contenido. “Sólo se ve a una compañera del SUTE, a niños y una pancarta contra el ítem Aula. Eso no significa que esté diciendo algo a los chicos”, dijo el sindicalista.
“Parece que le molesta el caravanazo al Gobierno”, agregó, llevando al terreno político la queja que, según la DGE, es “pedagógica”.
Mateluna señaló además que las autoridades “están construyendo una hipótesis en base a fotos, sin certezas de lo que allí se dijo”. Sin embargo no negó la tarea gremial llevada a las escuelas. “Nosotros siempre hemos defendido a la escuela pública y lo seguimos haciendo”.
De todos modos, ante el requerimiento de Los Andes, el gremialista no dio respuesta sobre si la actitud de “bajar línea” a los niños está bien o mal. Sólo respondió: “No tengo pruebas de que se les haya hablado de lo del gremio a los niños”.
Siguió con su oposición a las acciones gubernamentales. “El director, Jaime Correas, ha pedido a los padres que denuncien a los docentes cuando faltan en las huelgas”, enfatizó, y calificó esa actitud como “más grave que la foto de una compañera con los chicos”.
Continuó: “Cuando se implementa una política educativa, ¿no es bajar línea?”
En ese sentido, también dijo que habrá nuevos cuestionamientos gremiales sobre la disposición de que las jornadas de capacitación docente dejen de realizarse en días de clase.
Sobre el final, Mateluna, sin abandonar su actitud, justificó: “Nuestra posición política es que hay que hablar con los padres y con los estudiantes, temas como la defensa de la educación pública”.
Cuestión de "dictaduras"
Algunos gremialistas señalaron que el memorándum que envió la DGE a las escuelas, por las fotos, es propio “de las dictaduras”.
El memo se basó en la Resolución 691 de 2002. En su artículo 1, prohíbe el ingreso “de personas extrañas” a las escuelas. Pero luego de ese artículo, dice que “no corresponde permitir el ingreso de personas pertenecientes o que invoquen representación de entidades gremiales”.
Cunietti reconoció el error en ese texto, y aseguró que “por tener fueros gremiales”, los sindicalistas “sí pueden ingresar a las escuelas”, aunque “en recreos y sin afectar el dictado de clases”. Consideró que “es más propio de una dictadura usar a los niños”.
