Enoja a EEUU "discreto” plan de Hamid Karzai

Apenas meses después de que oficiales estadounidenses cedieron el control sobre todas las operaciones de detención en Afganistán, el gobierno del presidente Hamid Karzai ha planeado discretamente docenas de liberaciones de prisioneros que, informaron oficiales estadounidenses y afganos este martes, incluirían a comprometidos insurgentes que habían atacado a estadounidenses.

La ola pendiente de liberaciones ha revivido uno de los temas más cáusticos -y en otra época, al parecer resueltos- entre los aliados, justamente al tiempo que las relaciones han llegado a una nueva sima a causa de la negativa de Karzai a firmar un acuerdo de seguridad a largo plazo con oficiales estadounidenses.
 
Funcionarios de ambos países que apoyan el trato de seguridad dicen que les preocupa que la liberación masiva de militantes con sangre estadounidense en las manos pudiera echar por la borda pláticas, así como conducir a un retiro total de Occidente del territorio afgano en 2014.

Fue debido a la inquietud de que peligrosos militantes pudieran ser devueltos con demasiada facilidad al campo de batalla que comandantes estadounidenses se resistieron al principio a las exigencias de Karzai en la primavera en el sentido de que cedieran todas las operaciones de detención. A medida que los estadounidenses bajaron el paso, ellos dijeron que habían recibido sus garantías personales acerca de que se mantendría la seguridad.

Pero, repentinamente, la liberación de militantes es un importante tema de nuevo, aunque las liberaciones no habían sido definitivas.

La comisión afgana a cargo de revisar los casos de detenidos en la principal prisión militar cerca de la Base de Aviación de Bagram, centro de la Coalición al norte de Kabul, está planeando liberar más de 85 prisioneros que, dicen la Coalición y oficiales de la defensa de Afganistán, deberían enfrentar juicio. Los planes, detallados por oficiales estadounidenses y afganos alarmados por la acción, han sido confirmados por miembros de la comisión.

"Estos son tipos que están ligados directamente con las muertes e intentos por matar tanto a nuestras fuerzas como a fuerzas afganas", dijo un oficial castrense. "Este es un tema de profunda inquietud. Es serio".

La comisión no está de acuerdo. Abdul Shakor Dadras, miembro del panel de tres hombres, dijo que no había evidencia real en contra de cualquiera de los hombres, quienes están entre los 650 prisioneros cuya liberación fue ordenada por el panel, desde que fue creada por Karzai después de la transferencia de la prisión, en marzo.

En una entrevista del martes, Dadras dijo que Karzai aprobó tentativamente las liberaciones en una reunión del Gabinete de la semana pasada. El presidente, dijo, le ordenó a la comisión que le diera a la Coalición militar internacional y a la principal dependencia de inteligencia de Afganistán hasta el viernes para producir evidencia en contra de los detenidos. Si no se presenta evidencia alguna, los hombres serán liberados, dijo Dadras.

Sin embargo, funcionarios de seguridad estadounidenses y afganos, quienes hablaron con la condición de mantenerse en el anonimato debido a las tensiones entre los países, dijeron que ya le habían dado a la comisión suficiente evidencia para enviar a todos los detenidos en cuestión a juicio o cuando menos que los detuvieran hasta que se lleve a cabo una investigación ulterior.

Los oficiales dijeron que tienen evidencia que vincula a los detenidos con las muertes de 117 miembros castrenses y civiles de Estados Unidos, Europa y Afganistán, y que están listos para seguir investigando en casos en los que se necesita más evidencia para procesar a los hombres.

Uno de los detenidos fue capturado plantando una bomba oculta y fue vinculado por evidencia biométrica a otros ataques con bomba que mataron a dos soldados afganos, informaron los oficiales. Se presume que otro entrenó y desplegó a jóvenes adolescentes para ataques suicidas. Un tercero colocó una bomba oculta afuera de la escuela, matando a un estudiante, dijeron estos oficiales.

Tanto los oficiales de la defensa afgana como los estadounidenses argumentaron que bajo el trato que transfirió el control de la prisión, la comisión no tenía la autoridad para ordenar las liberaciones por encima de la objeción de la Coalición y el servicio de inteligencia, que se supone que hace recomendaciones en cada caso.

La comisión "ha superado su mandato y ordenó la liberación de diversos individuos peligrosos que son amenazas legítimas, para los cuales existe firme evidencia que respalda el enjuiciamiento o mayor investigación", dijo el coronel David Lapan, portavoz de fuerzas estadounidenses en Afganistán.

Un oficial de la defensa afgana, quien habló con la condición del anonimato por temor a ofender a Karzai, fue más audaz: "Nosotros no estamos conformes ni en lo más mínimo. Ellos se convierten en héroes de guerra una vez que regresan a sus comunidades y se suman a la lucha en contra de afganos", dijo este oficial. "La liberación de los prisioneros nos está haciendo daño".

El conflicto es un nuevo golpe a la menguante confianza entre Karzai y oficiales estadounidenses, quienes ya habían expresado ira hacia la creciente lista del presidente afgano de exigencias desde que, en noviembre, se negó a completar el trato de seguridad que él mismo había aprobado al principio.

"Esto efectivamente hace que surjan inquietudes de que si ellos no están dispuestos a ceñirse a acuerdos que hicimos, entonces existe un verdadero problema de confianza", dijo el oficial militar de Estados Unidos. "Esto hace que surjan dudas con respecto a cualquier trato en el que participaríamos".

Los estadounidenses no eran los únicos que expresaron notas pesimistas este martes. Oficiales afganos a favor de Occidente, quienes apenas unos días antes habían expresado confianza de que Karzai recapacitaría con respecto al trato de seguridad, particularmente debido a que su aprobación es uno de los prerrequisitos para el flujo de miles de millones de dólares en ayuda prometida de Occidente para Afganistán, ahora estaban diciendo que ya no estaban seguros de qué ocurriría. "Sólo él sabe lo que pasa por su cabeza", dijo un oficial afgano de seguridad de alto rango.

Dos oficiales de la Defensa afgana dijeron que ese es precisamente el objetivo de quienes presionan por la liberación de prisioneros. Ellos vincularon a Dadras con el poderoso jefe del estado mayor de Karzai Abdul Karim Khurram, del que se considera ampliamente que presiona al presidente afgano para alejarlo de Estados Unidos. El objetivo era que las liberaciones pudieran contribuir a evitar el trato de las tropas, destacaron los oficiales.

"Una de las principales razones de que el presidente esté liberando a estos prisioneros es para ejercer presión sobre los extranjeros", dijo Gul Padshah Majidi, legislador de la provincia de Paktia, área del oriente de Afganistán que rebosa de combatientes talibán. "El problema con esta estrategia es que llegará al punto en que la situación salga de control".