Varios centenares de manifestantes, muchos de ellos con el rostro cubierto, se enfrentaron el domingo lanzando proyectiles a la policía, que respondió con gases lacrimógenos, en una congregación en París contra la prohibición de manifestarse, al margen de la COP21.
Al grito de "Estado de emergencia, Estado policial. No nos quitarán el derecho a manifestar", algunos de ellos arrojaron zapatos y botellas contra los agentes desplegados en masa, que emplearon gases lacrimógenos y cargaron contra los manifestantes.
París se halla en estado de emergencia desde los atentados del 13-N y las manifestaciones fueron prohibidas en la capital.
Una cadena humana había empezado a formarse poco antes del mediodía parisino y se extendió a lo largo de varias avenidas y bulevares del este de la ciudad, desde la plaza de la República hasta la plaza de la Nación, en un recorrido de unos tres kilómetros.
Muchos de los asistentes llevaban pancartas en las que reclamaban una acción determinada de los responsables políticos para contener la subida de las temperaturas y para que haya solidaridad con los países más pobres para hacer frente a la necesaria adaptación a los efectos del cambio climático.
Sin embargo, tras la prohibición determinada por el gobierno a raíz de los atentados, la policía desplegó las unidades antidisturbios y allí comenzaron los enfrentamientos.
Zapatos de protesta
Activistas medioambientales, entre otros, depositaron el domingo zapatos vacíos en las calles de París para pedir a los más de 140 líderes mundiales que participarán el lunes en el inicio de la Cumbre del Clima de París que alcancen un pacto que ralentice el calentamiento global.
Una gran marcha organizada por activistas para el domingo fue prohibida por el estado de emergencia impuesto en Francia tras los ataques extremistas del pasado 13 de noviembre, que dejaron 130 muertos en París. La cumbre, a cuya inauguración asistirá entre otros el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, está rodeada de fuertes medidas de seguridad.
En su lugar, grupos ecologistas celebran manifestaciones en otros puntos fuera del país y algunos activistas colocaron zapatos en la Plaza de la República para representar las limitaciones al derecho de manifestación.
Por otra parte, líderes tribales de diferentes grupos indígenas de todo el mundo tienen previsto realizar una ceremonia de recuerdo el domingo cerca del sitio donde tuvieron lugar los ataques extremistas.
Los activistas piden que de la conferencia sobre clima auspiciada por la ONU, que se celebra entre el 30 de noviembre y el 11 de diciembre, salga una importante reducción de las emisiones y ayudas a los países más pobres para que puedan enfrentar las consecuencias del calentamiento global.
Negociadores de 196 países buscan un acuerdo que reduzca las emisiones a las que se atribuye el calentamiento global para limitar el aumento del nivel del mar y los climas cada vez más extremos que ya amenazan a poblaciones en todo el mundo.