Escuchan al paciente, a la familia, los contienen en momento donde la salud aprieta. El servicio de Enfermería funciona de sol a sol en el Hospital Humberto Notti y es una parte primordial en la calidad de servicio y atención de cada paciente. Los cambios de época se notan, pero el valor humano y el conocimiento de la técnica son inalterables para los más de 400 enfermeros y enfermeras que conforman el servicio de Enfermería del centro asistencial.
Y en estos 25 años, la historia caducó de acuerdo a las necesidades que se planteaban en el nosocomio. Beatriz Gardela fue parte de la mudanza del Hospital Emilio Civit, al actual Hospital Notti en 1991. Hoy jubilada de su función, la ex jefa del Departamento de Enfermería del Notti conoce con lujo de detalles esos primeros pasos.
“En 1991 éramos tres supervisores. Decíamos que fuimos de la casa de campo a la casa de Ciudad, porque era pasar de una estructura pabellonal a una estructura edilicia diferente. Lo primero que se trasladó fue la parte de consultorios externos. El resto del hospital recién vino en el ´92. Después se decidió ponerle Hospital Humberto Notti, pero inicialmente era Hospital Materno Infantil, porque estaba diseñado para hacer maternidad y pediátrico”, cuenta sobre los primeros años en el nuevo edificio.
La demanda de pacientes creció notablemente y con ello, la necesidad de formar e incorporar nuevos profesionales que acompañen el proceso de internación y atención. “Se habilitaron servicios de internación. Se tuvo que dar un mejor uso de las camas, porque faltaba gente. No es lo mismo tener un pabellón abierto a tener una habitación individual. Se tuvo que adecuar la cantidad de personal en función a la cantidad de camas. Recién se aumentó el personal a partir del ´93 y ´94. Hicimos un proyecto del crecimiento para incorporar enfermeras. Tuvimos que unificar servicios, además de tener en cuenta la personalidad de cada grupo humano, para combinarlo acá. Era muy difícil la adaptación del enfermero que estaba adecuada a una modalidad, a asumir todo tipo de pacientes. Pasó con todos los profesionales. La gente que trabajaba con lactantes se adaptó más rápido a atender a pacientes de segunda infancia. Todo eso se tuvo en cuenta para armar los grupos y evolucionar”.
Capacitación y cambios de paradigma
Con la Ley de Descentralización Hospitalaria, donde cada centro de atención administra su presupuesto, el Notti fue la prueba piloto a nivel provincial. Esto significó un reto para los profesionales y el servicio de Enfermería acompañó el proceso.
“Para el personal de enfermería significó un desafío. Del 100% de enfermeras que llegaron acá, el 20% eran profesionales y el resto eran auxiliares y personal empírico. Para adecuarnos tuvimos que crecer en formación. No sólo se incorporaron profesionales, sino que nuestra gente debía profesionalizarse. En el año 2000 se creó la ley de Servicio Profesional de Enfermería y eso nos obligó a profesionalizarnos. Se trasladó un aula satélite de un Instituto de Educación Superior para que nuestro personal se formara. Seguimos creciendo hasta llegar a ser licenciados, obligándonos a ser todos profesionales”, sostiene Beatriz sobre la formación de profesionales.
La vocación de servicio y el compromiso del enfermero para con todo el grupo humano son fundamentales en el desarrollo de su trabajo, en áreas sensibles como neonatología o terapia intensiva. Inclusive nace una relación de apego entre el paciente y la enfermera, cuando los tratamientos son a largo plazo. “El enfermero necesita vocación y compromiso. Trabajamos con niños y con la familia. Todas esas aristas se lo tienen que decir a los profesionales que se toman. Este hospital te demanda mucho más, se necesita una atención especial porque es un grupo familiar al que se acompaña”.
En la actualidad, un total de 470 enfermeros y técnicos conforman la planta del servicio, de los cuales 257 son licenciados, 159 enfermeros, 16 auxiliares y 58 prestaciones bajo contrato. Los hombres van ganando terreno en un área donde la mayoría son mujeres, unido a la renovación con profesionales jóvenes.
“Siempre digo que la pediatría es especial. El que abraza la pediatría tiene que tener en cuenta que no sólo debe conocer las técnicas y ser un buen profesional, sino que tiene que tener una calidez humana y saber comunicarse con el paciente y la familia. Cuando tenemos gente que no sabe comunicarse y relacionarse, sumado a los cambios sociales donde el paciente viene con problemáticas importantes, no podemos seguir agregando dramas. Uno tiene que minimizar esas situaciones que se presentan todos los días”, afirma Nidia Mabel Muñoz, jefa de Servicio y Residencia de Enfermería. Y concluye: “Al ser tan grande el hospital se hace muy difícil la relación y el engranaje de todo. Pero sin desmerecer a nadie, el que está las 24 horas en el hospital es el enfermero. Está al lado del paciente y sufre todo, las quejas, las consultas, si no le funciona algo en la habitación, cuando necesitan al médico. Es el que recibe todas las inquietudes”.