El consumo nocivo de alcohol es una de las principales causas de muertes prematuras y enfermedades evitables en el mundo. Entre las causas de muertes se incluyen los accidentes de tránsito, las heridas, la violencia y las enfermedades hepáticas.
Además entre las mujeres embarazadas, un consumo excesivo puede causar malformaciones del embrión y su descendencia puede manifestar síntomas del síndrome del alcoholismo fetal.
Existen también consecuencias sociales, tanto para los bebedores como para los demás
miembros de la comunidad. Entre estas consecuencias destacan los daños ocasionados a los miembros de la familia (incluidos los niños), amigos y colegas.
La implementación del programa “Vino con moderación” en Europa partió como consecuencia de que en ese continente, el uso indebido de alcohol afectaba en 2006 la vida profesional de casi un 5% de los hombres y un 2% de las mujeres, evidenciando un impacto negativo del alcohol en el trabajo o el estudio.