Enfermedades eruptivas en los chicos

Estas enfermedades son características de la primavera y el otoño. La población infantil es la más afectada.

Enfermedades eruptivas en los chicos

Las enfermedades eruptivas son más frecuentes en otoño y primavera y se caracterizan por la presencia de lesiones en la piel y picazón. No vuelven a presentarse a lo largo de la vida, salvo la escarlatina, que es provocada por el estreptococo y se puede sufrir más de una infección. Pueden ser febriles o afebriles. Dentro de las eruptivas febriles se encuentran las enfermedades virales o bacterianas como rubéola, varicela, sarampión, quinta y sexta enfermedad y escarlatina, como las más frecuentes:

Sarampión: el sarampión es una enfermedad eruptiva producida por un virus. Se transmite de persona a persona, por contacto directo con secreciones respiratorias, aunque en algunos casos puede transmitirse por vía aérea, pero a corta distancia. El sarampión es una enfermedad que puede ser erradicada del mundo ya que afecta sólo al hombre, se transmite de persona a persona, deja inmunidad permanente y tiene una excelente vacuna para combatirla. El período de incubación en general es de 10 días. Se trata de una enfermedad de comienzo agudo, epidémica, de muy alta contagiosidad. Se caracteriza por fiebre, coriza, catarro bronquial y conjuntival. Esta primera etapa dura 3-4 días. A continuación, se produce una erupción en la boca muy característica, continuando con erupción en la piel con pequeñas manchas rojas que comienzan en la cara y tronco y se extienden a los miembros. Se trata de una enfermedad seria que puede provocar complicaciones respiratorias graves.

Varicela: esta enfermedad eruptiva infecciosa es provocada por el virus varicela-zoster, de altísima transmisibilidad y distribución universal. Los grupos de mayor riesgo son los niños en edad preescolar y escolar. Suelen ser las escuelas los epicentros de las epidemias, con mayor incidencia desde fines de julio hasta principios de octubre. La transmisión se realiza por vía respiratoria, pudiendo ocurrir antes de la aparición del brote. El riesgo de transmisión se extiende hasta la aparición de las costras, que no contagian. El promedio del período de incubación es de 14  a 16 días, pudiendo ser entre 10 a 20 días. El brote es el signo clínico más característico. Evoluciona por brotes, por lo que se pueden observar lesiones típicas en distintos estadios. El brote se inicia con una mancha roja que evoluciona a pápula (palpable), de ésta a vesícula, apareciendo luego la pústula y finalmente se forma la costra. Puede o no tener fiebre, en caso de tenerla en general no es alta. Las lesiones pueden presentarse en la mucosa bucal. Pueden aparecer complicaciones, sobre todo infección bacteriana producida por rascado de las lesiones. La vacuna protege en un 95% para las formas severas y 70-80% para las formas leves.

Escarlatina: es una enfermedad eruptiva producida por el estreptococo. Se caracteriza por una mayor frecuencia de infecciones respiratorias altas durante el invierno y la primavera. Afecta con más frecuencia a niños en edad escolar y adultos jóvenes. La transmisión de la faringitis estreptocócica se produce por contacto íntimo con proyección directa de grandes gotas o secreciones respiratorias. El período de incubación es corto, de 12 horas a 4 días. Se caracteriza por fiebre brusca, vómitos, dolor de garganta con faringitis, brote eritematoso, micropapular. Se trata con antibióticos.

Quinta Enfermedad: es una eruptiva producida por un virus, el parvovirus. Predomina en la segunda mitad del invierno, primavera e inicio del verano. La transmisión habitual es mediante secreciones respiratorias. Hasta 1 mes después se pueden seguir observando los cambios de coloración de la piel con los cambios de temperatura, exposición a la luz solar, ejercicio y el estrés. La enfermedad habitualmente es autolimitada y de curso benigno. No requiere tratamiento específico.

Sexta Enfermedad: es una eruptiva producida por un virus, el Herpes. Se transmite a través de las secreciones salivales. Tiene un período de incubación de 7 a 15 días. Se caracteriza por fiebre alta y  persistente durante tres a cuatro días, con descenso brusco de la misma y posterior aparición de un brote que dura uno o dos días. Es una enfermedad habitualmente benigna, que en la mayoría involuciona en pocos días sin dejar secuelas, por lo que no requiere tratamiento especifico.

Eruptivas afebriles

Las enfermedades afebriles más frecuentes son:

Dermatitis atópica: no es contagiosa, se caracteriza por intensa picazón, compromete zonas de pliegues y en general mejora con la edad, tiene un gran componente alérgico. La sequedad de la piel y el rascado juegan un rol preponderante en la aparición de las lesiones. La base del tratamiento es la humectación de la piel y el  tratamiento del prurito.

Urticaria: se presenta como ronchas que pican y van cambiando de lugar, generalmente son secundarias a una reacción alérgica y muy raramente se puede identificar con certeza el agente desencadenante. Es una entidad benigna, no contagiosa que puede evolucionar en brotes y durar hasta 10 días.

Sarna: es una parasitosis que se caracteriza por intensa picazón sobre todo nocturna. En general la padece más de un miembro de la familia, las lesiones son variadas y es contagiosa de persona a persona con contacto muy cercano, entre convivientes. No se contagia de los animales. Requiere tratamiento con medicación específica de todo el grupo familiar.

Sudamina: es una erupción frecuente en los bebés y niños más pequeños, no es contagiosa, generalmente no requiere tratamiento y se debe a inmadurez en el funcionamiento de las glándulas sudoríparas. Se trata con baños y paños fríos.

Otras lesiones eruptivas frecuentes no infecciosas son las picaduras de insectos y su reacción secundaria llamada prurigo, que consiste en un brote con intensa picazón y lesiones con el centro hundido, que se llaman umbilicadas. También las erupciones por medicamentos denominadas farmacodermias, en las que predomina el brote, la picazón y el antecedente de haber recibido alguna medicación, entre los que más frecuentemente ocasionan estas reacciones se encuentran los anticonvulsivantes y antibióticos.

Tips a tener en cuenta:

-En el caso de que hubiera brote y fiebre en el niño: estos síntomas son el alerta para una consulta precoz. En caso de que se presenten ambos síntomas, se aconseja el aislamiento del paciente por lo menos hasta el diagnóstico.

-En caso de haya síntomas, evitar contacto con otros niños y mujeres embarazadas. No administrar aspirina en caso de varicela.

-La vacunación de calendario oficial protege contra rubéola y sarampión. La vacuna de varicela es optativa. Tener en cuenta que el segundo caso familiar de varicela es generalmente más severo y debe ser tratado con antivirales, por lo que si el hermano se brota también hay que consultar.

-Si bien muchas veces la varicela puede ser una enfermedad inofensiva, otras veces puede complicarse y dejar a los niños con las defensas disminuidas, lo cual provoca que contraigan otras enfermedades.

-Es muy importante que la mujer en edad fértil esté protegida contra la rubéola, ya que es riesgoso para el bebé que contraiga esta enfermedad sobre todo en los 2 primeros trimestres del embarazo.

-Cuando se realizan campañas de vacunación debe vacunarse toda la población que indica el ministerio de Salud, aunque el niño tenga su calendario completo.

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