Se llama Matías Ferlaza, tiene 77 años, es viudo y está jubilado después de una vida dedicada a la agricultura en el departamento de Rivadavia.
El sábado en la tarde, en su domicilio de calle San Isidro en el centro de aquel departamento del Este, se recibió la visita de un uniformado para anunciarle que, a unos 10 kilómetros, en dirección al distrito de Santa María Oro y medio de un basural, había un automóvil Renault Clio, patente CJY 677, sin ocupantes y totalmente quemado.
En ese momento Miguel, Juan Alejandro y Matías, los cuatro hijos de don Matías supieron que el auto era el que manejaba su padre y en ese momento tomaron conciencia de que el hombre había desaparecido.
Inicialmente, el viernes, el septuagenario había mencionado la idea de "visitar" a unos parientes que viven en el vecino departamento de Santa Rosa.
"Era un viaje que hacía en forma habitual y por eso no nos extrañó su ausencia hasta el sábado", confió uno de sus hijos.
El hombre no tenía celular y por lo tanto no había forma de comunicarse con él.
La familia recién tuvo un dato cuando se les informó sobre el siniestro que había reducido a cenizas e hierros deformes el rodado. La policía de Rivadavia encontró el auto sin sus ruedas y el faltante de algunas piezas del interior, pero poco y nada del resto.
Tampoco encontraron pertenencias del hombre.
Con la premura del caso y presagiando lo peor, la familia Ferlaza “con más de 40 años en la zona” hizo la denuncia por desaparición de personas, mientras que familiares, vecinos y amigos (un centenar de personas) comenzaron a movilizarse en busca de alguna información que llevara a encontrar a don Matías.
Así fue que en la comisaría 13 de aquel departamento se aglutinó la gente para dar algunos datos o, en la mayoría de los casos, para saber cómo se lo estaba buscando al hombre.
Así fue que, con la ayuda de un can de la policía, se buscaron huellas sobre un polvoriento callejón que corre paralelo al río Tunuyán, donde efectivos de Bomberos municipales realizaron tareas de búsqueda.
En las primeras horas de este domingo un avión sobrevoló la zona, pero debido al fuerte viento Zonda debió retornar, “sin novedades”.
Algunas versiones
Ayer en el centro de Rivadavia como sobre el puente del cauce que lleva agua hacia el Este, se escucharon algunas “versiones”, que hacían referencia a que el hombre había sido visto “comprando fiambre” en un local de Almirante Brown y Avellaneda, mientras que otras voces hacían referencia a que el hombre “andaba con otra persona” en el auto.
Un tercer comentario se refería a una mujer que el jubilado “habría ido a visitar” en una zona cercana a donde fue encontrado el vehículo. Esto motivó una inspección de un barrio del lugar, pero que no arrojó resultado positivo.
Ayer después que las sombras ganaran el terreno obligó a replegar los efectivos.
La tarea de búsqueda continuará hoy “con las primeras luces del día”, según una fuente policial, oportunidad en que se intensificarán las tareas con la ayuda de baqueanos a caballo, mientras que con autobombas esperan desagotar parte de los estancamientos que el río tiene en el lugar.
Mientras tanto la familia Ferlaza sigue esperanzada en que el hombre aparezca sano y salvo.
