La caja negra que contiene las conversaciones en la cabina de los pilotos del vuelo MS804 de Egyptair pudo ser rescatada del mar, informaron hoy investigadores egipcios.
Los restos se localizaron gracias a las fotografías de un robot submarino en la zona del litoral egipcio donde, en la madrugada del 19 de mayo, se estrelló el avión que volaba de París a El Cairo con 66 personas a bordo.
Inicialmente Egipto barajó un atentado. Siete meses atrás había estallado una bomba a bordo de un chárter que despegó de la localidad turística de Sharm el Sheij con 224 ocupantes, en su mayoría turistas rusos. El atentado fue reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI).
Pero con el tiempo cobró fuerza la hipótesis de un accidente técnico, debido a la ausencia de reivindicación y sobre todo a los fallos registrados a bordo del aparato antes de que cayera al mar.
El vuelo MS804, que despegó de París el 18 de mayo poco después de las 23, desapareció de los radares a una altitud de 11 km sobre el Mediterráneo cuando acababa de entrar en el espacio aéreo egipcio.
Justo antes de la desaparición, y durante dos minutos, el sistema de transmisión de datos automática había indicado la activación de diez alarmas a bordo. Señalaban la presencia de humo en la carlinga, en un aseo y en la cabina de pilotaje, e informaba de una avería en el ordenador encargado de los mandos.
La comisión de investigación egipcia, respaldada por investigadores franceses y expertos de Airbus, confirmó el lunes que el aparato efectuó un giro de 90 grados a la izquierda y después de 360 grados a la derecha, probablemente antes de estrellarse.
Transportaba a 40 egipcios, incluida la tripulación, y 15 franceses, así como dos iraquíes, dos canadienses, y ciudadanos de Argelia, Bélgica, Reino Unido, Chad, Portugal, Arabia Saudita y Sudán.
El 1 de junio, el buque de la marina francesa "Laplace" detectó señales de la baliza de una de las dos cajas negras, pero por el momento no ha logrado localizarla. El "John Lethbridge" llegó a la zona el 10 de junio.
Las baterías de las balizas de los registradores se agotarán el 24 de junio, según los investigadores, pero los equipos del "John Lethbridge" "permitirán casi con toda seguridad localizarlas y sacarlas a flote aunque dejen de emitir" señales, según la fuente próxima a la investigación.