Viktor Grohovsky, de la Universidad Federal de los Urales, confirmó a la agencia de noticias RIA Novosti que la expedición encontró este fin de semana "partículas con naturaleza meteórica" en los alrededores del lago Chebarkul.
"Acabamos de completar el estudio y se trata de una condrita ordinaria", explicó, en alusión a los meteoritos no metálicos que no sufrieron procesos de diferenciación de los asteroides de los que proceden.
De acuerdo con la NASA, el meteorito, de unos 15 metros de diámetro, atravesó la atmósfera terrestre a una velocidad mayor a la del sonido y se desintegró en varios pedazos que recorrieron el firmamento incendiados.
Los trozos del meteorito cayeron sobre tres regiones rusas -Chelyabinsk, Sverdlovsk y Tyumen- y sobre la República de Kazajistán, causando un estallido similar al de un misil y un temblor equivalente al de un terremoto, lo que desató el pánico en la población local.
Los mayores daños se registraron en la ciudad de Chelyabinsk, donde, de acuerdo al último balance del Ministerio de Salud de Rusia, hay 1.200 heridos, entre ellos 200 niños, de los cuales 52 permanecen hospitalizados y 12 en estado grave.
En cuanto a los daños materiales, más de 900 edificios -700 escuelas y 200 hospitales- y 100.000 familias resultaron afectados por la caída del meteorito, informó el gobernador de esa región rusa, Mijail Yurevich, según despacho de Europa Press.
Un área de 200.000 metros cuadrados quedó cubierta de cristales rotos, aunque ya se repuso el 30 por ciento, gracias a la labor de más de 24.000 trabajadores, agregaron desde el Ministerio de Situaciones de Emergencia ruso.