Un sacerdote sospechoso de estar involucrado en el robo de las joyas de la patrona de los bolivianos, la Virgen de Copacabana, fue enviado a la cárcel preventivamente por decisión de un juez, informaron las autoridades.
El sacerdote jesuita Jesús Cortes, de 34 años, estaba de visita el 22 de abril cuando ocurrió el robo en la iglesia de Copacabana, en la población del mismo nombre a unos 105 kilómetros al oeste de La Paz.
El fiscal que atiende el caso, Luis Ferrufino, informó en una entrevista con esta agencia que sobre Cortes pesan una decena de acusaciones, las cuales no reveló.
Cortes llegó a Copacabana desde la región oriental de Santa Cruz para ayudar en el cuidado del santuario de Copacabana ya que el párroco a cargo había viajado a Brasil.
“Hay varias contradicciones sobre las declaraciones de Cortes y tenemos entendido, según informes forenses, que es el único de la iglesia que no fue adormitado con tranquilizantes como quedaron los demás que estaban en el santuario” cuando ocurrió el robo, explicó Ferrufino.
En el santuario había sacristanes y otras personas que comieron un alimento que contenía algún tranquilizante, según el fiscal.