Comenzamos la charla con el dirigente consultando sobre los objetivos particulares de cada plantel en formación siendo esto una materia más que instaurada: “Las divisiones inferiores no han podido cumplir el objetivo planteado. La vara está muy alta. En el Apertura, los juveniles obtuvieron el campeonato, mientras que cadetes y menores quedaron fuera en cuartos de final. Por su parte, en el Clausura, los juveniles quedaron afuera en semis y las dos categorías restantes no lograron superar la primera instancia de play off”.
También agregó sobre el futuro femenino: “Somos pioneros en lo que se refiere a inferiores. Ahora sumamos categorías de formación femenina. A pesar de que la Federación no ha previsto o creado un torneo pertinente, nosotros ya estamos preparando a chicas de 5 años para que, llegado el momento, tengamos equipos ya formados”.
Las categorías estelares del Poli, también cuentan con su nivel de exigencia bien predeterminado: “Hablando netamente de las primeras del club: El Femenino B está jugando reválidas para ascender, y la versión principal de las chicas cayó en la semifinal del torneo, pero cabe recalcar que son las pentacampeonas del torneo doméstico”.
Detallando a las nóminas masculinas, diferenció a los tres equipos: “Los chicos del A están jugando finales del Clausura, y en el ámbito nacional quedamos terceros en la División de Honor, siendo éste el boleto para viajar al Sudamericano de Clubes 2018; algo histórico para nosotros, ya que será nuestro primer torneo internacional. La versión B jugará promoción para ascender, debido a que quedó como subcampeón del clausura. Por último, Cementista C que ascendió a la Primera C”.
Los crecimientos que ha mostrado el club lasherino son resultado de un trabajo demasiado minucioso: “En cuanto a la preparación, tenemos un gran y mayúsculo cuerpo técnico. En cada categoría contamos con un director técnico, un ayudante de campo y un preparador físico; todos bajo la misma sintonía. En la División de Honor, como ejemplo concreto, estaban los tres cuerpos técnicos unidos. Algunos con estadísticas, otros con el entrenamiento de arqueros. Quien se encarga de los guardametas es un abonado al puesto, Lucas Zulueta”.
Algo que enorgullece al presidente y considera que engrandece a esta camiseta es que, las primeras del club, casi en su totalidad, están integradas por jugadores nacidos en el Poli: “Un factor fundamental en nuestros jugadores, sin dudas, es el sentido de pertenencia, que se hace sentir y nos ayuda a seguir creciendo diariamente. Hay muchachos a quienes les toca conformar el tercer equipo, pero en algún momento han sido titulares en el primer plantel. El motivo de esto es que esa categoría fue creada para que aquellos que tienen dificultades laborales o estudiantiles, no se queden sin esa oportunidad. Éste es el factor que nos dio el ascenso en el elenco C”.
Nunca hay que conformarse, siempre se puede seguir avanzando y esto es precisamente algo que no descarta Herrera, colocando siempre los pies en el suelo: “El promedio de edad del equipo referente de la provincia, Jockey, es de 28 años, aproximadamente. El nuestro, es apenas de 22. Esto indica que nos queda bastante por mejorar en el tiempo y con un crecimiento que se irá dando de manera paulatina”.
A esto agregó: “Retomando a la División de Honor, en las últimas cuatro: dos veces fuimos terceros, una vez entramos cuartos y la restante quedamos afuera en la instancia de cuartos de final. El camino está muy bien sintonizado. El dato lindo es que siempre han sido jugadores nacidos en el club los que conformaron cada uno de esos planteles. Salvo esta última edición en la que solicitamos refuerzos, pero la condición fue que se quedaran en el club, tanto Gustavo Álvarez, proveniente de Don Bosco como Luciano González, nacido en el Club Alemán. El año que viene este plantel tiene como desafío el Sudamericano y la División de Honor, ambas con un mes de diferencia, motivo por el cual la preparación debe ser exhaustiva”.
Haciendo referencia netamente a la parte extra futbolística, encontramos que por dos años más esta comisión encabezará las decisiones institucionales. La misma está conformada con Herrera a la cabeza, y como colaborador cuenta con Nicolás Gruppuso (tesorero) y Diego San Esteban. El objetivo está unificado: “En cuanto a aspiraciones, el estadio es el objetivo primordial. Hemos recibido ayuda de los municipios para encarar la labor, pero lo más grueso del importe se logró con fondos ordinarios del club, gracias al aporte de los socios. No se ha exigido cuotas extra ni nada parecido, sólo que se cumplan los plazos de pago, pero siendo conscientes de que es un presupuesto muy elevado emprender este logro que cuesta 3 millones de pesos”.
“Sin duda, otro objetivo es el mantenimiento del club siendo este último el que conlleva mayor exigencia, ya que las instalaciones se usan y deterioran. En lo deportivo, siempre hay que seguir creciendo, jamás hay que dejarse estar. En lo estructural, estamos todos abocados al estadio. Sabemos que viene lento pero por cuestiones obvias no podemos cerrar el club para avanzar con el proyecto. Vivimos de estos ingresos: el pago de la cuota, el alquiler del playón. Si lo paramos no tenemos ingresos. Por esto en este mes y en enero el trabajo será mayor y esperemos que a mitad de año podamos trabajar 15 días más para lograr el avance óptimo”.
Es un club de barrio, familiar, que hace historia hace ya un buen tiempo. Sin duda, sin techo en cuanto crecimiento se habla, esta camiseta está encaminada a la gloria.