La Unión Cívica Radical (UCR) ratificó hoy por amplia mayoría su pertenencia a Cambiemos -con el PRO y la Coalición Cívica (CC)- y dispuso la constitución de una Comisión de Acción Política que tendrá un amplio poder de negociación con sus socios partidarios para "ampliar" esa alianza a otros espacios.
Las decisiones fueron adoptadas por la Convención Nacional de la UCR, que aprobó un documento elaborado por los principales sectores internos, al cabo de las discusiones de más de 314 convencionales de todo el país reunidos en el complejo Parque Norte de esta capital.
En una extensa deliberación que tuvo momentos de tensión, que incluyeron insultos a oradores, se escucharon además los planteos disidentes, entre ellos del sector rebelde de Ricardo Alfonsín, que votó en contra, y del histórico Luis "Changui" Cáceres, quien también expresó fuertes cuestionamientos.
El presidente del comité nacional de la UCR, el gobernador mendocino Alfredo Cornejo, uno de los principales negociadores para alcanzar consenso interno, había anticipado el pronunciamiento "categórico" a favor de que la UCR permanezca en la coalición gobernante, pero con el agregado de "reformularla", "ampliarla" a otras fuerzas políticas y lograr que sea más horizontal, como ocurre en Uruguay y Chile, como ejemplo.
Cornejo aseguró que sigue sosteniendo su postura de que "a la coalición no la puede manejar el presidente (Mauricio) Macri a gusto y piacere".
El gobernador de Mendoza estuvo en el diseño de la Comisión de Acción Política, que integrará con los gobernadores Gerardo Morales (Jujuy) y Gustavo Valdés (Corrientes) y tres miembros de la mesa directiva del Comité Nacional de la UCR, con un mandato de procurar extender Cambiemos, como también su fortalecimiento e institucionalización.
También el vicegobernador bonaerense, Daniel Salvador, tuvo un rol activo en el documento final, que comenzó a redactarse durante una reunión en la sede del Comité Nacional de la UCR de la calle Alsina al 1800 de esta capital, en el que se moderó el que había difundido Cornejo, algo que exigió el número dos de María Eugenia Vidal, quien representa a los más cercanos al gobierno, llamados "amarillos" en alusión al color que utiliza el PRO en sus actos.
También tuvieron injerencia los titulares del interbloque Cambiemos, Mario Negri (Diputados) y Luis Naidenoff (Senado), y los dirigentes José Corral, Ángel Rozas, Ernesto Sanz, Ricardo Gil Lavedra, José Cano, Emiliano Yacobitti y Walter Ceballos.
La posición final fue mantener la alianza que la UCR tiene con el PRO y la CC de Elisa Carrió desde 2015, aprobada en la anterior convención en Gualeguaychú (Entre Ríos), no obstante lo cual se avanzó para que en la próxima instancia electoral la coalición se "reformule, amplíe, se fortalezca, mejore y se institucionalice", dijeron los referentes partidarios.
El principal punto da mandato a la Comisión de Acción Política para que negocie con sus socios todas las cuestiones electorales, desde la integración de la fórmula presidencial y la composición del frente electoral hasta lineamientos que seguirán los distritos priorizando el armado de listas por consenso o, en su defecto, habilitando las PASO.
La comisión será encabezada por Cornejo y funcionará en el ámbito del Comité Nacional de la UCR. Además, estará a cargo de delinear la plataforma partidaria, con las propuestas del radicalismo a la sociedad.
"Hacia una coalición de gobierno para construir una coalición sana y previsible", se tituló el documento, que no fue suscripto por los llamados "rebeldes", que se referencian en Ricardo Alfonsín, Federico Storani, Juan Manuel Casella y Jorge Sappia, quien presidió la convención.
En una declaración muy breve Alfonsín se preguntó al ingresar: "¿Para qué la UCR quiere ser parte del frente Cambiemos? ¿Para qué queremos el gobierno? Me importa el programa (de gobierno) que todavía no se conoce", dijo.
A pesar del enojo los rebeldes "no sacarán los pies del plato", es decir, no se irán de la UCR, dijeron voceros del sector.
Desde la posición mayoritaria, el diputado José Cano (Tucumán) afirmó que Cambiemos "es un espacio abierto" y explicó que la convención "dejó la puerta abierta para sumar a otros sectores". Para ello, dijo, "se empodera al presidente del partido (Cornejo), junto a los gobernadores Morales y Valdés, que van a tener un rol muy importante a partir de mañana".
Cano dejó en claro, además, que "en ningún momento estuvo en debate la posibilidad de desarmar Cambiemos" y sostuvo que la permanencia de la UCR en la coalición está respaldada "por la institucionalidad partidaria, los gobernadores, los presidentes de los bloques interparlamentarios, diputados, senadores, intendentes de todo el país".
En tanto, el cordobés Negri afirmó que hay que dar "un salto de calidad", lo que significa "mayor institucionalidad de la coalición", con "una mayor participación (de la UCR) en la discusión de las políticas centrales" del gobierno.
Otro histórico radical, el santafesino "Changui" Cáceres, quién formó el "Movimiento Nacional de la Militancia Radical", cuestionó a la conducción de la UCR. "Hemos seguido declamando la democracia para afuera y hemos ido perdiendo la práctica democrática hacia adentro", alertó, y aseguró que la decisión de la convención "es irrelevante, ilegítima" pues hay convencionales "con mandato vencido".