Julio Mendoza (33) fue declarado culpable y condenado a prisión perpetua por el femicidio de su pareja, la empresaria Ivana Milio (46), ultimada brutalmente a golpes el domingo 28 de octubre pasado en su casa del barrio Solares del Centro, en San Martín.
La máxima pena había sido solicitada por el Ministerio Público Fiscal y se necesitó de la unanimidad del jurado popular para que Mendoza sea condenado a perpetua por homicidio agravado por mediar relación de pareja preexistente y por mediar violencia de género.
Testigos lo complicaron
Fueron decenas los testigos citados durante el juicio. Entre ellos se encontraban dos vecinos, una amiga, dos primos de Ivana Milio y la ex esposa de Julio Mendoza, como así también su hermana, cuñado y una amiga.
“Se alteraba, quería discutir. Me trataba mal cuando tomaba. Las discusiones se producían en esas situaciones, me decía ‘callate, vos no sabes nada, ¿qué te hacés?’”, declaró la ex del sentenciado.
Por su parte, primos de Ivana aportaron datos de unas vacaciones que compartieron en San Juan y que terminaron abruptamente tras una discusión de la pareja. “Estábamos tomando fernet cuando Julio e Ivana comenzaron a discutir, se dijeron cosas muy fuertes. Se sacaban en cara situaciones del pasado por lo que ella (por Ivana) decidió volver sola a San Martín”, relataron.
Escena terrorífica
La hija de Ivana, por ese entonces de 12 años, fue la que encontró a su madre muerta en medio de un charco de sangre.
La escena del brutal femicidio que conmocionó a Mendoza demostraba que la mujer había sido ultimada con una saña poco veces vista. Sobre esto, el fiscal que intervino en la causa, Oscar Sívori, dio detalles escalofriantes de las heridas que presentaba el cuerpo de Ivana.
"Para mí todas las muertes que se dan en contextos de violencia de género son muy violentas. Pero no había estado en una escena de crimen tan violenta como la que vi ahora. Las lesiones que ha recibido Ivana Milio en su rostro demuestran la brutalidad con la que fue ultimada", dijo Sívori.