De bajo perfil y alejado durante años de la política activa, Alberto Fernández asumió hoy la presidencia de Argentina, un regreso inesperado a la Casa Rosada donde durante cinco años se lució como jefe de gabinete de Néstor y de Cristina Kirchner.
Llamó hoy a la unidad de los argentinos, propuso un plan integral para combatir el hambre y el desempleo y anunció una "reforma integral" del Poder Judicial, durante el discurso que brindó ante la Asamblea Legislativa al asumir su cargo.
El presidente Alberto Fernández aseguró que convocará a la "unidad de toda la Argentina, en pos de la construcción de un nuevo contrato ciudadano social que sea fraterno y solidario; fraterno, porque ha llegado la hora de abrazar al diferente, y solidario, porque en esa emergencia social es tiempo de comenzar por los últimos para después llegar a todos".
En su extenso discurso además agregó: "Quisiera que seamos recordados por haber podido superar el hambre, por haber sido capaces de superar la lógica perversa de una economía alrededor de la codicia y la especulación, y haber reconstruido un acuerdo estratégico para el desarrollo".
El jefe del Estado dijo: "Quiero ser el presidente del diálogo y convocarlos a que si alguna vez sienten que me desvío del compromiso asumido salgan a la calle y me lo recuerden".
El presidente evocó durante su mensaje la memoria del ex presidente Néstor Kirchner, al recordar su convocatoria en 2003 para ser jefe de Gabinete de un gobierno que le "permitió participar de la maravillosa aventura de sacar a la Argentina de la frustración".
Anunció que la primera medida de su gobierno será lanzar el "Plan Integral de Argentina contra el Hambre" porque "los marginados, necesitan ser parte y ser comensales en la misma mesa de una nación que tiene que ser nuestra casa común".
"Esto nos exige reorientar prioridades en economía", advirtió Fernández para luego mencionar que se buscará "aliviar la carga" de la deuda externa para "cambiar la realidad".
Al respecto, agregó que no habrá pago de los compromisos externos "si no se crece porque para poder pagar hay que crecer primero".
"El país tiene voluntad de pagar, pero carece de capacidad para hacerlo", aseveró.
En unos de los pasajes más aplaudidos de su discurso, Fernández anunció una integral reforma judicial y condenó las "persecuciones indebidas y las detenciones arbitrarias inducidas por quienes gobernaban y silenciadas por cierta complacencia mediática".
"Cuando se presupone la culpabilidad de una persona sin condena judicial, se viola la Constitución y los principios más elementales del estado de derecho", reflexionó, para luego anunciar que en los próximos días enviará al Congreso "un conjunto de leyes que consagren una integral reforma del sistema federal de justicia".
Finalmente, y luego de agradecer a sus padres, a la vicepresidenta Fernández de Kirchner, de quien ponderó su "profunda generosidad y su visión estratégica", y valorar la memoria del ex presidente Néstor Kirchner, el flamante mandatario recordó una frase del ex presidente radical Raúl Alfonsín.
"Cuando mi mandato concluya, la democracia argentina estará cumpliendo 40 años de de manera ininterrumpida. Ese día quisiera demostrar que Raúl Alfonsín tenía razón cuando decía que con la democracia se come, se cura y se educa. Pongámonos de pie y empecemos nuevamente nuestra marcha", sentenció.
Sobre el nuevo presidente
De centro-izquierda, moderado y pragmático, Fernández (60) ganó la presidencia en fórmula con Cristina Kirchner, un tándem que logró aglutinar a la amplia y heterogénea oposición peronista y fue la sorpresa de la campaña electoral.
En 2008 había salido de la Casa Rosada dando un portazo. Al cabo de un año como jefe de gabinete de Cristina Kirchner, Fernández renunció, con declaraciones hirientes, en medio del enfrentamiento de la expresidenta con los propietarios del campo y de los grandes medios de comunicación.
Para algunos académicos, ese episodio aparece ahora como una muestra de independencia ante quienes piensan que puede convertirse en un mero títere de quien será ahora vicepresidenta y cabeza del Senado.
Los actos estarán acompañados de una fiesta musical de cumbia y rock en la plaza de Mayo, sobre la que se erige la Casa Rosada y de la cual fueron retiradas 24 horas antes las vallas que limitaban el paso hacia la sede presidencial.
Como antesala a esta ceremonia ordenada, Fernández y Macri acudieron el domingo a una misa en Luján, a las afueras de Buenos Aires, donde dejaron una foto de concordia en compañía de sus esposas y varios de sus colaboradores.
Fernández es abogado y desde hace 30 años profesor de Derecho en la Universidad de Buenos Aires, donde se graduó.
Su vida privada es poco conocida. Vive en pareja con la periodista de espectáculos y actriz Fabiola Yáñez, en Puerto Madero, uno de las zonas más caras de Buenos Aires.
Tiene un solo hijo, Estanislao, de 24 años, una estrella drag queen y cosplay del que se ha declarado muy orgulloso, en medio de cruces en las redes sociales que el joven deploró. "A mí me volvieron figura pública sin mi consentimiento", sostuvo hace pocos días.
Entre las aficiones de Fernández está la guitarra, compone canciones románticas y es un apasionado del rock. También es fanático de Argentinos Juniors, el equipo en el que se iniciaron Diego Maradona y Juan Román Riquelme.