Una apertura del año judicial tensa y caliente se vivió esta mañana, debido a la rebelión de los jueces del fuero civil, quienes decidieron pegar "faltazo" ante la decisión de la Justicia de reforzar a la colapsada área de Familia con personal de la Civil.
Jorge Nanclares, titular de la Suprema Corte, brindó un discurso de apertura donde ratificó la acordada 29.489 que firmó junto a los ministros Julio Gómez y Omar Palermo.
Luego de un discurso donde dio números de cómo se ha avanzado en la resolución de causas gracias en gran parte a las reformas de los códigos procesales, Nanclares sostuvo que está abierto al diálogo, pero también fue duro contra los jueces civiles que criticaron la acordada de la Corte y en el que pidieron
"Me parece una falta de respeto que jueces que tienen jerarquía inferior a los ministros de la Corte estén cuestionando la cantidad de persoana que necesita la Corte para trabajar. Estoy predispuesto al diálogo. Uno puede equivocarse y comenzar nuevamente, pero en un clima de diálogo, no de patota", destacó.
La recepción de los rebeldes del fuero civil días atrás por parte de Nanclares, Palermo y Gómez -además de Mario Adaro- no dio soluciones de fondo a la cuestión. Y hasta evidenció que la relación con el otro lado de la grieta en la Corte (Pedro Llorente, José Valerio y Dalmiro Garay) no permite ni compartir la mesa para escuchar a los jueces disconformes.
Según pudo saber Los Andes, Nanclares -en lo que habría sido una iniciativa personal- ofreció hacer modificaciones el viernes pasado y recibió una contrapropuesta por parte de los rebeldes que sus compañeros de la Sala Administrativa no aceptaron. Para evitar que el conflicto se acrecentara, les pidió "dejar pasar el acto de inicio del año judicial" y seguir dialogando.
Si bien la propia Asociación de Magistrados comparte este reclamo, acompañó protocolarmente a la Corte en el acto para evitar una ruptura institucional.
Hay que sumar la interna entre los Supremos del ala peronista y los del ala radical, que incluye dardos contra Carlos Quiroga Nanclares, sobrino del presidente y con un lugar privilegiado en el organigrama del máximo tribunal; y un amparo presentado por la Asociación de Funcionarios Judiciales.