UNA CASA DE CARTÓN
O un coche, un avión... Todo es posible si tenés una caja de cartón lo bastante grande como para que un niño quepa dentro. Para hacer la casa hay que colocar la caja con la abertura hacia abajo y recortar los huecos de la puerta y las ventanas (podemos hacerlo en familia). Los chicos pueden encargarse de decorarla: pintar las tejas, la chimenea, macetas con flores, un buzón, etc.
Para hacer un auto, la caja se coloca al revés, para que un niño pueda meterse dentro. Él se encargará de dibujar las ruedas, los comandos, etc.
GUERRA DE ALMOHADAS
Es una estupenda forma de iniciar el día o de terminar la siesta. Lo ideal es que uno de los padres se alíe en secreto con los chicos para sorprender al otro. Es una batalla inofensiva que requiere pocos medios (bastan unos cuantos almohadones y almohadas) y grandes dosis de buen humor.
¿SUAVE O RUGOSO?
En una bolsa opaca se ponen objetos variados: una esponja, algodón, un guante, una media, etc. Los niños, por turnos, deben meter la mano en la bolsa, tocar un objeto y adivinar qué es. Cuando lo logren, sacarán el objeto y agarrarán otro.
UN COLLAGE
A los niños les encanta coleccionar cosas y atesorar recuerdos. En verano, conchas y arena de playa, piedras de río, flores secas... En otoño, hojas secas, piñas, fotos... Con todo ello y una cartulina y pegamento podés ayudarles a confeccionar un lindo mural para colgar en su cuarto.
JUEGO DE LA MEMORIA
Para este juego solo necesitás algún papel o cartón: debés colorear por el mismo lado todos los papeles de un sólo color (los chicos pueden ayudarte), y luego debés pintar lo que quieras pero en pares. Así los niños pueden aprender a retener más cosas en su memoria mientras se divierten.
INVENTAR UN CUENTO
Es más divertido si jugás con ellos. Alguien empieza la historia y los demás, por turnos, van añadiendo un par de frases hasta completar el cuento. Lo mejor es que un adulto vaya escribiéndolo. El resultado suele ser un cuento muy divertido.
DIGALO CON MÍMICA
Un niño elige un animal y, sin decírselo a nadie, lo imita a la vista de todos. El que lo adivine ocupará su lugar. Y así sucesivamente. No vale hablar, solo gesticular y hacer sonidos.
A DISFRAZARSE
Es un clásico que nunca falla. A los niños les encanta jugar a ponerse en la piel de otros. Mejor que disfraces ya hechos, les gustará tener prendas nuestras (pasadas de moda o viejas), accesorios variados (bolsos, gorros, guantes y hasta zapatos) y mucha, mucha bijouterí.
PISAR PAPELES
Un montón de papeles de colores esparcidos por el suelo de una habitación pueden servirte para que tus hijos ejerciten su sentido del equilibrio. Los niños han de atravesar el cuarto saltando de hoja en hoja, sin que los pies toquen el suelo. Podés ir separando los papeles cada vez más.
Si el tiempo te acompaña, abrigá a tus hijos y a jugar al jardín o al patio.
JUEGO PARA LANZAR
Sólo necesitás vasos y una base, que puede ser de cartón o de corcho. Los podes pegar o afirmar con un clavo, y para las bolsitas podés usar cualquier tipo de género y lo llenás con arroz o tierra.
LA RAYUELA
Este juego existe en todos los países y con distintos nombres, pero eso no quita que sea muy divertido. Sólo necesitás tiza para hacer los números, así de fácil.
TESORO ESCONDIDO
Otro clásico entretenido para todas las edades. Lo ideal es que se turnen en equipos para planear pistas y escondites, el premio final se comparte entre todos.
