En una larga sesión en la Legislatura, que tuvo al edificio completamente vallado por protestas de taxistas y choferes de transportes escolares en contra de la iniciativa, los senadores aprobaron la Ley de Movilidad que presentó el Ejecutivo en junio y que había llegado con media sanción de la Cámara Baja.
Si bien se esperaba una sesión un poco más tranquila, o con mayor consenso que la que hubo en Diputados, esto no ocurrió debido a que la oposición (PJ, kirchnerismo y Protectora) pidió una semana más para discutir algunos puntos en los que no estaba de acuerdo. Pero el oficialismo lo rechazó y votó el dictamen tal y como venía con la media sanción -que tuvo aportes de los demás bloques-.
La votación tuvo 24 votos a favor del Frente Cambia Mendoza (UCR y Libres del Sur), Podemos (kirchnerismo) y dos senadores del PI (Protectora); y 14 en contra, que agruparon al PJ, el FIT y a restante del PI.
Diego Costarelli, jefe de Bloque de Cambia Mendoza, indicó que el proyecto "tuvo un consenso amplio" de todos los partidos, quienes pudieron introducir varias modificaciones, como los impuestos a las plataformas electrónicas, una mayor gradualidad en la renovación de transportes escolares y un límite al desarrollo de mandatarias, entre otros.
“Las personas deben poder elegir libremente y este gobierno defiende al interés general. Sabemos que hay sectores que se pueden sentir agraviados, pero pedimos que vean una oportunidad en esta ley para poder brindar un mejor servicio a los usuarios”, añadió.
No obstante, Patricia Fadel, jefa de bloque del PJ, sostuvo que la Cámara alta "se transformó en una escribanía de (Alfredo) Cornejo" y aseguró que eran necesarios algunos cambios a los artículos.
"Estamos acostumbrados a que traten todas las cosas de manera exprés. Nosotros teníamos la intención de que saliera una buena ley, pero no aceptaron revisiones. A Cornejo no le gusta perder ni a las bolitas y cuando eso pasa, se enoja y se pone como niño caprichoso", disparó la legisladora del Valle de Uco, quien votó en contra -a diferencia de su bloque en Diputados- junto al Frente de Izquierda (FIT), Unidad Popular y parte del Partido Intransigente (PI).
En tanto, desde el bloque kirchnerista Podemos insistieron en realizar cambios en algunos artículos. No obstante, Natalia Vicencio, jefa de bloque, expresó que acompañaron la iniciativa del Poder Ejecutivo "porque nuestros compañeros de Diputados realizaron los cambios de fondo que planeábamos en conjunto".
El PI, por su parte, estuvo dividido en sus votos. A favor votaron Héctor Bonarrico y Daniel Galdeano; mientras que Marcelo Romano lo hizo en contra. Y el FIT también votó en contra.
Según Víctor Da Vila, esta ley "está hecha para los empresarios, porque hablan de oferta y demanda, lo que les garantiza la rentabilidad de sus empresas. Este proyecto no regula nada y solamente establece una competencia dispar entre taxis y plataformas electrónicas".
Se vienen "conflictos en las calles"
Con decepción por el resultado final en la votación, representantes de los sectores de taxis y transportes escolares (que se movilizaron ayer hacia la Legislatura) anticiparon que habrá “conflictividad en las calles” por la sanción de la Ley.
Diego Vázquez, secretario de Aprotam, sostuvo que el Gobierno “entregó la actividad a las multinacionales” y agregó que “hará daño a 5.000 familias que dependen de su trabajo en los taxis y remises”.
Y aseguró que se producirán hechos de violencia una vez desembarquen las aplicaciones digitales. “Ellos -por el gobierno- instalaron una grieta, y los hechos de violencia van a ser inevitables. Hemos visto casos en todo el mundo, aún en lugares donde Uber está regulado”, expresó.
En tanto, Jorge Buono, presidente de la Cámara de Transportes Escolares, sostuvo que la ley de Movilidad “dejará sin trabajo a las 270 familias que trabajan en el rubro”. Y se mostró disconforme con la gradualidad para renovar la flota de vehículos: “Con las condiciones del país es imposible hacer un cambio así”.