El precio minorista del dólar bajó ayer de 1,3% hasta los 57,38 pesos por las señales políticas del Gobierno y la oposición, y por el nuevo esquema de estabilización que puso en marcha el Banco Central.
Lo que se inició como una jornada de fuerte incertidumbre, terminó mejor de los esperado por los propios operadores. Si bien sólo se anunció un cambio en la política cambiaria, el mercado lo receptó en positivo.
Fue un test de fuego superado para el debutante ministro de Hacienda Hernán Lacunza, y para el jefe del Central, Guido Sandleris, quienes el fin de semana habían presentado el plan de emergencia al presidente Mauricio Macri.
En varias operaciones, el Central colocó 112 millones de dólares. Esto se sumó a los 500 millones vendidos la semana pasada, después de diez meses de no interferir de forma directa en el mercado.
Asimismo, volvió a licitar Letras de Liquidez (Leliq). La tasa promedio total del día, equivalente a la tasa de política monetaria, fue 74,964% y el monto total adjudicado se ubicó en los $144.926 millones.
Si bien las acciones de las empresas argentinas en Nueva York operaron con alzas de hasta el 4,6%, el indicador S&P Merval se hundió 10,4% por un reacomodamiento de inversores tras los derrumbes registrados el lunes en Wall Street (cuando en Argentina fue feriado).
Los bonos también cayeron hasta 7,8%, registrando pérdidas acumuladas en lo que va del mes de hasta el 40,6% y del 50,6% desde que se inició el 2019. El resultado electoral favorable al kirchnerismo profundizó una tendencia que los activos argentinos venían mostrando hace siete meses.
Esto se da por las dudas que tiene el mercado sobre el futuro de la política económica de la Argentina, tomando como referencia lo que el desbarajuste de variables macroeconómicas que dejó el kirchnerismo en 2015.
Pero también se suman otros interrogantes. La Argentina tendrá que afrontar entre esta semana y fin de año vencimientos de Letras del Tesoro (Letes) por 9.546 millones de dólares.
El plan oficial que dejó el saliente ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne a su sucesor Lacunza prevé el "rolleo" (cambiar contratos que vencen pronto por otros que vencen en 2020) de al menos el 60% del total.