En un hecho histórico tras nacer un bebé, un hospital chileno entregó la placenta a una familia Mapuche proveniente de la Comuna de Tirúa.
El Hospital de Curanilahue, de la provincia de Arauco, entregó ayer a Cecilia Henríquez y Ramón Llanquileo la placenta de su hijo recién nacido, permitiendo así que los padres pudieran llevar a cabo la tradición mapuche que consistente en enterrarla bajo un árbol nativo con el objeto de fortalecer la salud del pequeño.
El Servicio de Salud dio así un gran paso hacia lo establecido en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ratificado por Chile en 2009 y que señala que los Servicios de Salud deberán ofrecer a la comunidad de pueblos originarios los métodos de prevención, prácticas curativas y medicamentos tradicionales propios de las comunidades originarias, manteniendo al mismo tiempo vínculos con el resto de niveles de asistencia sanitaria.
Ramón LLanquileo señaló: “Es un paso importante que están dando las instituciones de salud para ir respetando nuestra costumbre, nuestras formas Mapuche, es significativo, de aquí en adelante creo que el sistema de salud marca un precedente, sobre todo el Hospital de Curanilahue que nos entrega la placenta. Me siento satisfecho, conforme y agradecido”.
Por su parte, Claudio Baeza Avello, director del hospital dijo estar orgulloso de ser el primer hospital que entrega la placenta dentro de la provincia de Arauco, “porque en verdad marca un simbolismo tremendo para las comunidades y para el hospital”.
“Nos permite avanzar en el respeto a nuestra cultura y la cultura del pueblo Mapuche y nos permite avanzar en un modelo de salud intercultural que nos permite dar respuesta a las necesidades de nuestros pueblos originarios”, aseguró.
Tradición mapuche
La placenta es importante en la cultura Mapuche. Su lectura fue concebida como un acto cultural vital para conocer el destino del niño y evitarle así sufrimientos en la vida. Esta acto es realizado por mujeres expertas. Además tiene pertenencia, debido a que lleva el espíritu de la madre y del niño.
Según la cultura Mapuche la placenta debe ser enterrada debajo de un árbol nativo o frutal, de esa manera se dará protección y fortaleza física al recién nacido.