Dos años después de que la Oficina de Conciliación Laboral (OCL) viera la luz, desde el Gobierno provincial destacan la baja en la tasa de litigiosidad gracias a esta instancia previa. Al ser obligatoria, empleados deben intentar una conciliación ante la empresa, en casos de conflictos colectivos de trabajo, para obtener una indemnización expeditiva. Si no se logra, las causas se judicializan.
Desde la puesta en marcha de la OCL hasta el 31 de julio del año pasado ingresaron 16.316 trámites, de los cuales se han resuelto 12.369, es decir, con una tasa de resolución del 75%. Durante 2019 esa tasa está en crecimiento constante, llegando al 86%.
Víctor Ibáñez Rosaz, ministro de Gobierno, Justicia y Trabajo destacó, en diálogo con Los Andes, que "es un instituto que ha dado muy buenos resultados, con una resolución promedio, de 40 días".
La Oficina de Conciliación Laboral funciona en la Subsecretaría de Trabajo y sus delegaciones. Son estudios los jurídicos quienes concilian a la parte empleada y también a la empleadora.
Tiempo y diálogo
Hay más de 40 profesionales, distribuidos por el territorio provincial, habilitados para lograr el acuerdo. Actualmente se está avanzando para lograr un conciliador para General Alvear y Malargüe, y uno más para San Rafael.
“Una de las cuestiones, es que los conflictos se solucionen y en forma útil, no en 5 años. La sentencia no sólo debe ser justa, también debe ser útil y eso lo da el tiempo. Es un eje fundamental”, aclaró.
Del total de reclamos ingresados y finalizados al sistema durante el año 2018, se conciliaron el 46%. Hasta el mes de agosto de 2019 ese porcentaje se incrementó al 48% de los casos. Es decir que, de un total de 830 reclamos mensuales (en promedio) ingresados desde la puesta en marcha de este sistema el 22 de noviembre de 2017, 390 no ingresan al sistema judicial.
La descongestión en los tribunales del trabajo, el no tener que crear más oficinas, permitiendo un ahorro significativo en dinero y recurso humano, debido a la reingeniería del personal de la subsecretaría de Trabajo y Empleo, son los puntos que resalta el Gobierno.
Ibáñez Rosaz subrayó, teniendo en cuenta estos porcentajes de resolución, que la OCL "tiene un impacto en el servicio de justicia que descomprime y genera una mejor utilización del recurso humano, económico".
Los arreglos económicos se realizan por una suma menor a la que se cobraría en instancia judicial, algo que el funcionario no relaciona sólo con la oficina. “Cuando los acuerdos se producen en menor tiempo, las partes disminuyen sus pretenciones. Esto pasa siempre en materia de cualquier conflicto judicial, porque no es lo mismo cobrar ahora que en un par de años”, sostuvo.
No fueron pocos los que en su momento alzaron la voz en contra de la OCL, desde abogados laboralistas hasta sindicatos. Sin embargo, Ibáñez aclaró que estas disidencias no terminaron en una instancia judicial y que sí obedecen al debate por la mediación.
“La cuestión mediadora ha generado un espacio de debate en los espacios profesionales. Al fin y al cabo, son procesos lentos. Los actores se van acomodando, se perciben menos honorarios, se gasta menos, y los conflictos se resuelven mas rápido”, justificó.
Qué es y qué hace la OCL
-Arbitra con carácter obligatorio y previo a la demanda en todo conflicto de derecho que involucre un reclamo individual o plurindividual de competencia en la justicia laboral provincial.
-Los reclamos que pueden hacerse son: despido, cobro de salarios, consignación, daño moral, desalojo, diferencias salariales, pago de vacaciones y aguinaldo.
-El trámite se inicia por la web: www.gobierno.mendoza.gov.ar/oficina-de-conciliacion-laboral/. Luego se sortea el conciliador y se notifica la primera audiencia en un término no mayor a 10 días.
-La mayoría de las conciliaciones que se concretan son por: despidos y diferencias salariales.
-En el Gran Mendoza se concentra la mayor cantidad de reclamos iniciados y proporcionalmente en cada departamento de acuerdo a la densidad población.
