Eran las 22.30 del martes y el "Morro" García ya había marcado dos goles que ilusionaban a los más de 20 mil hinchas bodegueros presentes en el estadio Malvinas Argentinas. A unos 15 kilómetros hacia el sur, en el barrio Eco de Chacras, en Luján, muchos vecinos miraban por televisión ese partido. De repente, la calma se terminó: cerca de una decena de detonaciones de arma de fuego generaron alarma y desconcierto en la Manzana A y en las inmediaciones.
"Pensé que festejaban los goles del Tomba. Acá son todos fanáticos", confesó la mujer que vive al lado de la casa número 7, ubicada sobre calle La Unión, a unos 400 metros de Panamericana. Los tiros no celebraban la hazaña del Expreso: dos hombres acababan de ser acribillados a balazos, uno murió en el lugar; la otra víctima falleció minutos después, camino a un centro de Salud.
Los hombres ultimados fueron identificados como Juan Ricardo Carrizo (30), alias "El Bebé", y Gabriel Ortiz Calderón (38), ambos con un frondoso prontuario policial. Los investigadores se inclinan, según sus primeros relevamientos, a que el brutal doble crimen fue motivado por un ajuste narco.
Sobre la mecánica de los asesinatos, la principal testigo, una mujer de 27 años que vive en ese domicilio junto a su pareja, un hombre de apellido Vélez (quien no estaba en el lugar), y sus hijos menores de edad, relató que se encontraba "con dos amigos" charlando en el garaje de su casa. Cuando en un momento ingresó a la cocina para ver a los nenes que estaban cenando.
En esos segundos, escuchó "varias detonaciones de arma de fuego". Al salir se encontró con tres hombres armados y con Carrizo malherido y Ortiz ya sin vida. En esa frenética secuencia, la mujer aseguró que reconoció a uno de los tiradores, un hombre apodado "El Porteño", con domicilio en el bajo Luján y a quien ya le había vendido un lote y lo estaba esperando para realizar otra transacción comercial de la que no se especificó.
Además, la dueña de la casa aportó datos de la fuga de los asesinos: "Escaparon en dos autos hacia la Panamericana, uno era un Citroën color rojo", sentenció.
“La sangre en la cocina”
Fueron muchos los vecinos que se percataron de la balacera. "Parecía Navidad", dijo uno. Sin embargo, el miedo y la fría noche mantuvo a la mayoría adentro de sus casas. Pero uno de los pocos residentes que se aventuró a salir para ver qué había pasado, terminó siendo testigo de las primeras pericias y reveló detalles escalofriantes.
Al día siguiente, la escena evidenciaba el encarnizado ataque. Un auto estacionado detrás de un portón de rejas, en la cochera de la casa 7 de la manzana A, había perdido varios de sus vidrios por la ráfaga de disparos.
"Estuve en la escena del crimen hasta las 3 de la mañana", comenzó diciendo el vecino convertido en testigo. "Uno de los hombres asesinados estaba detrás del auto. Tenía a simple vista un tiro en el pómulo, otro en la cabeza y otro en el pecho", detalló. Este cuerpo pertenece a Gabriel Ortiz Calderón (38).
Aparentemente, la segunda víctima intentó refugiarse en el interior de la casa. "La cocina estaba llena de sangre, por todos lados. Era un desastre. Una escena aterradora que nunca vi en mi vida", confesó aún conmocionado el hombre. Juan Ricardo Carrizo (30) fue trasladado a un centro de Salud cercano, pero murió en el camino.
Este testigo además aseguró que los peritos recogieron del lugar unas once vainas servidas y que Ortiz no estaba armado. "Al menos entre su ropa no tenía ningún revólver, los policías lo revisaron por todos lados", confirmó
La causa quedó al mando del fiscal de Homicidios Carlos Torres. Fuentes ligadas al a investigación adelantaron que los tiradores ya han sido identificados y se esperan avances en las próximas horas.
Domingos de misa y ¿venta ilegal?
La casa de la familia Vélez, lugar de los crímenes, presenta una curiosa fachada. Un cartel en color celeste reza: "Iglesia Dios con Nosotros, un lugar de encuentro". Esto es porque los propietarios alquilaron la sala de estar de su vivienda a una congregación evangélica, confirmaron los vecinos.
“Los domingos hay misa y asiste mucha gente”, agregaron. La pareja junto a su hijos viven en el resto de la construcción, en la parte trasera e ingresan por el portón, donde las víctimas fatales fueron abordados por los asesinos.
Testigos aseguraron que el padre de la familia no estaba junto a su mujer y sus hijos al momento del ataque. "Llegó después y se encontró con toda la escena. Los policías lo tuvieron que calmar". Además, muchos coincidieron en que esa casa se observan movimientos "extraños", algunos se animaron a vincularlos con la venta de droga.
Prontuariados
Juan "El Bebé" Carrizo, soldador, vivía en la calle Chile de Luján. Desde 2014 venía teniendo "roces" con la ley. Ese año fue detenido por un robo agravado en ese mismo departamento y en el 2018, volvió a ser apresado por otro asalto con arma.
Mientras Gabriel Adrián Ortiz Calderón, estaba desocupado, con domicilio en el B° Los Cerros, poseía un prontuario más abultado, con pedidos de capturas, robos agravados y también amenazas.
Uno de los presuntos homicida fue detenido
En horas del mediodía de este miércoles, fue detenido Darián Javier Valdivia, uno de los presuntos autores del doble crimen ocurrido en el barrio Eco de Chacras, en el departamento de Luján de Cuyo. Se trata de un hombre de 30 años asociado a la movida nocturna, quien además ha podido realizar varios viajes por el mundo.
En las redes sociales, Valdivia era muy activo. Compartía seguidamente sus fotografías de travesías por distintas partes del globo, incluyendo algunas paradisíacas en Asia.
También en la siempre clásica Reñaca, preferida por los mendocinos en época estival.
Valdivia se desempeñaba como relacionista de boliches de Mendoza y aseguraba dedicarse a una empresa de seguridad ubicada en el departamento de Godoy Cruz.
