Por Marcelo Zentil - mzentil@losandes.com.ar
Empieza febrero con dos certezas. La primera es que el radicalismo resolvió el conflicto mayor, la fórmula para la gobernación, en cuestión de días. Ahora, le quedan cuatro semanas para negociar un frente electoral y el resto de los cargos de la boleta. La segunda es que el PJ aún tiene todo por hacer y se vienen días calientes como pocos en el verano mendocino.
Pero además, antes de que se venza el plazo para presentar candidatos, la UCR y sus posibles aliados seguramente podrán festejar la victoria de su experiencia piloto: Capital. Allí, Rodolfo Suárez juntó apoyos por izquierda y derecha, en una suerte de ensayo de lo que quiere hacer Alfredo Cornejo a nivel provincial.
Confirmados ya Cornejo y Laura Montero como la fórmula que se legitimará en las PASO y competirá en la general, tras el paso al costado del único contendiente posible, Enrique Vaquié, ahora la cúpula radical podrá dedicarse a afinar la estrategia.
El primer tema en agenda es la definición del gran frente opositor que busca liderar y, cerrado esto, o simultáneamente, deberá resolver las listas. Las categorías de senador y diputado provinciales pueden ser el premio para curar a algunos de los heridos que dejó la negociación de la fórmula y también para tentar a los posibles aliados.
Sí hay algo seguro: Cornejo buscará garantizarse la “gobernabilidad” en caso de ganar y para lograrlo se encargará de poner en los lugares clave a sus leales.
Otro tema serán las candidaturas a intendentes. En algunos departamentos donde es oposición, como Guaymallén, la UCR tiene hasta cinco postulantes. Ese número se reducirá. La idea es que no haya más de dos o tres competidores, incluidos los de los posibles aliados, como el Pro o el PD.
La suerte de todos ellos, salvo en los departamentos donde es gobierno, está atada a la fórmula provincial. Si Cornejo-Montero crece, el resto tiene más posibilidades.
La apuesta radical es opuesta a la del PJ, que más que al arrastre se juega todo al efecto 'empuje': que los candidatos a intendentes se carguen la boleta al hombro.
El dilema peronista
Durante la última semana, el peronismo fue una usina de rumores en la que se armaron fórmulas para todos los gustos y necesidades. Mientras esto ocurría, dos de los precandidatos a gobernador estaban de vacaciones: el intendente lasherino Rubén Miranda volvió el viernes y el senador Adolfo Bermejo, este fin de semana.
Por ahora, pocos creen que se llegue a una fórmula de unidad y, de hecho, los estrategas del PJ alientan la competencia para motivar a la tropa y al electorado. Por eso, esperan que el diputado nacional Guillermo Carmona, apoyado por partidos y agrupaciones K, cumpla y se presente para dar batalla al candidato “de los intendentes” y al del paquismo, si es que finalmente el gobernador, Francisco Pérez, impulsa uno.
Miranda (La Corriente), el sanrafaelino Omar Félix (Integración) y Bermejo (azul) son el terceto con aspiraciones que representan el “poder territorial” y de ellos debería salir una fórmula.
Hoy, los dos primeros trabajan casi juntos. Aunque Bermejo es el que mejor mide en las encuestas y entonces, aunque no se muestre convencido según sus propios compañeros, no puede ser descartado tan fácilmente.
¿Cómo arreglar entre tres si los candidatos a legisladores nacionales deben inscribirse recién el 20 de junio y todos pueden temer una traición? “Simple: anunciando todo junto”, dice uno de los operadores.
El tercer grupo en discordia es el paquismo. En el entorno del Gobernador ratifican que el ministro de Salud, Matías Roby, es “el preferido” y ya ha sido señalado por su jefe y amigo como tal. “Aunque nada está cerrado aún”, advierten.
El jueves, el médico protagonizó un escándalo en televisión: en el noticiero matinal de Canal 7, terminó a los gritos y con acusaciones cruzadas su debate por la muerte de un bebé y la situación de la salud pública con el diputado radical Héctor Quevedo (ver http://losandes.com.ar/article/picante-cruce-entre-el-ministro-roby-y-un-diputado-radical).
“Se fueron al pasto como pocas veces se había visto”, definió un legislador. “No se cayó, directamente se tiró de la candidatura”, agregó uno de los jefes territoriales del PJ sobre Roby y anticipó que ese papelón traerá cola en la Legislatura.
En el Ejecutivo dicen que esto no cambia nada, aunque admiten que el ministro volvió a dejarse llevar por su temperamento y recibió un “reto” del Gobernador. Él no se arrepiente y ha dejado librada su postulación a que lo avalen internamente.
Camino al vacío
La decisión de Pérez de adelantar la votación, para plegarse a la estrategia de los intendentes peronistas significó también apurar su corrimiento del poder real.
Si hasta hace un mes, el tiempo de Pérez terminaba en junio o a lo sumo agosto, si era necesario llegar a las PASO para definir el candidato peronista, ahora el mandatario puede empezar a sentir el vacío de poder a fin de mes, si hubiera una lista de unidad o al menos un precandidato de la mayoría del PJ como fue él. Con suerte, si la fórmula se define recién en las primarias, desde el 19 de abril percibirá que su palabra pesa menos.
Ese camino desde las PASO hacia la general empezará a mostrar el verdadero poder interno de Pérez. Aunque quizá el mayor efecto colateral del adelantamiento suceda desde el 21 de junio, fecha en la que se elegirá a su sucesor, hasta el 9 de diciembre, cuando se hará el traspaso de mando.
Sólo hay un antecedente desde 1983 de una convivencia tan larga entre un gobernador y su sucesor electo: fue en 1995, cuando durante casi siete meses debieron coexistir Rodolfo Gabrielli y Arturo Lafalla. La salvedad es que ambos eran del mismo partido y hasta compartieron misiones comerciales al exterior en ese tiempo, aunque después terminaron peleados.
Ahora, un triunfo del candidato peronista implicaría una despedida tranquila del poder para Pérez. La duda es qué pasará si gana su archienemigo Alfredo Cornejo.
Es cuando imaginan esta posibilidad que a algunos paquistas y peronistas se les estruja el estómago y empiezan a hablar en tono más medido, después de una obligada excusa: “No nos planteamos ese escenario”.
“Habrá que trabajar para una mejor relación y una transición ordenada. El que vaya a asumir deberá dejar terminar y, además, la 'lapicera' la va a seguir teniendo el Paco”, responde uno de los leales al Gobernador. “Hay que evitar una transición complicada; hay que poner racionalidad”, suma otro peronista de peso, que admite que sería una convivencia riesgosa.
Al lado del intendente godoicruceño le tiran la pelota a Pérez: “Si ganamos, él deberá aceptar la nueva correlación de fuerzas. El Alfredo seguramente le planteará una agenda de temas. Pero no creemos que la acepte”. Continuará...