El papa Francisco cumplió ayer ochenta años y, por ello, celebró una misa junto a 60 cardenales a quienes habló de la "vejez" como una etapa de la vida con "sed de sabiduría" y pidió rezar para que la suya sea "tranquila y fecunda".
"Desde hace algunos días me viene a la mente una palabra que parece fea: la vejez. Asusta también. Recuerdo lo que les he dicho: la vejez es sed de sabiduría, esperemos que también para mí", afirmó en la misa, celebrada en la Capilla Paulina del Palacio Apostólico.
El papa Francisco explicó a los purpurados que "la vejez la llevamos encima y llega de golpe" pero al mismo tiempo apuntó que se trata de "una etapa de la vida que da vida, alegría y esperanza".
"La vejez es tranquilidad, religiosa y también fecunda. Recen por mí, para que mi vejez sea así: tranquila, religiosa, fecunda y también alegre", exhortó el pontífice al resto de cardenales.
El papa Francisco concluyó su homilía subrayando que, en cualquier caso, "un poco de sentido del humor ayuda a seguir adelante".
Antes de que comenzara la celebración, el decano del Colegio Cardenalicio, Angelo Sodano, de 89 años, ha trasladado al pontífice el tradicional deseo "Ad multos annos" (por muchos años), una expresión litúrgica empleada también para expresar una felicitación.
Pese a que en el Vaticano es más frecuente celebrar las onomásticas que los cumpleaños, el papa Francisco ha recibido en estos días numerosas muestras de aprecio, como el pasado miércoles, cuando los fieles de la audiencia general le desearon un feliz cumpleaños. Francisco les respondió, entre bromas, que en Argentina, felicitar a alguien antes de tiempo trae mala suerte.
"Les digo una cosa que los hará reír, en mi tierra felicitar antes de tiempo trae mala suerte y quien lo hace comete un gafe", dijo riendo el pontífice argentino.
También recibió varios regalos, como un ejemplar de "De Senectute" de Cicerón, un jamón, un cuadro, una cesta de dulces de Sorrento y desde la región de la Apulia llegará un Belén viviente, informó el diario católico Avvenire.
Por otra parte, Bergoglio desayunó con 8 mendigos que lo fueron a saludar por su día. Compartió con ellos una mesa que incluyó dulces argentinos.
Se trató de dos mujeres y seis hombres -cuatro italianos, un moldavo, dos rumanos y un peruano- que acudieron por la mañana a la residencia del pontífice, la Casa Santa Marta, para felicitarle y regalarle tres ramos de girasoles. Estuvieron acompañados por el limosnero papal, monseñor Konrad Krajewski, y fueron "invitados personalmente" por el Papa a desayunar en el comedor de la residencia vaticana.
A las 7.15 hora local (las 3.15 de la Argentina), Francisco se despidió de ellos para el oficio con los cardenales, no sin antes ofrecerles unos dulces de origen argentino.
En esta jornada de cumpleaños, en muchos comedores sociales de Roma se distribuirán dulces en nombre del Papa y muchas de las personas que residen en los albergues recibirán un sobre con una postal navideña y "un pequeño regalo".
Francisco ha mostrado gran sensibilidad hacia los sin techo de Roma, a quienes ha recibido en varias ocasiones, ha abierto duchas y una barbería en la plaza de San Pedro, les ha regalado dinero u objetos como sacos de dormir y les ha invitado a distintas actividades como el cine o recorridos por los Museos Vaticanos.
La Secretaría para la Comunicación de la Santa Sede lanzó en Twitter el hashtag #Pontifex80 y habilitó siete casillas de email para que los fieles puedan enviar sus saludos en latín, español-portugués, italiano, inglés, francés, alemán y polaco.
El Vaticano informó en un comunicado que, hasta la mañana de ayer, el sucesor de Pedro había recibido casi 50.000 felicitaciones procedentes de todo el mundo, las más numerosas en inglés, español e italiano. Como dato curioso, más de mil estaban escritas en latín.
"Usted inspiró a la gente del mundo"
Entre otros líderes mundiales, el presidente de Estados Unidos saludó al pontífice. Barack Obama señaló: "Al celebrar su 80° cumpleaños, me uno al pueblo estadounidense en extender nuestros mejores deseos a su santidad el papa Francisco. Ud. ha inspirado a la gente de todo el mundo con su mensaje de compasión, esperanza y paz. Nos ha invitado a mirar en nosotros mismos, llegar a los que están al margen de la sociedad, extender la misericordia y cuidar el planeta que todos compartimos. Fue un gran honor dar la bienvenida a su santidad a la Casa Blanca el año pasado y trabajar juntos por causas comunes", subrayó Obama.
Asimismo envío una misiva el ex primer ministro italiano y coetáneo, Silvio Berlusconi.