En soledad, el kirchnerismo aprobó los acuerdos con China

La oposición resistió la instalación de una base espacial en Neuquén y el convenio de inversiones. Denunció además, cesión de soberanía y perjuicios para las empresas argentinas.

En soledad, el kirchnerismo aprobó los acuerdos con China
En soledad, el kirchnerismo aprobó los acuerdos con China

La Cámara de Diputados sancionó ayer los dos convenios que en 2014 la Argentina firmó con China. El primero, para la instalación de una base de investigación espacial en la provincia de Neuquén -que ya está en construcción-; el segundo, para establecer un marco de cooperación en materia económica y de inversiones. Sólo el kirchnerismo y sus aliados aprobaron ambas leyes. La oposición en bloque rechazó los mismos y sostuvo que el Gobierno pactó en condiciones de “debilidad” por la urgencia de financiamiento para obras de infraestructura (como las represas que se harán en Santa Cruz) y denunció que ambos convenios ponen a la Argentina en condiciones “semi-coloniales” respecto a la potencia asiática.

La primera votación arrojó 133 votos positivos y 107 negativos. En la segunda votación los sufragios a favor se mantuvieron y los negativos fueron 108.

El debate fue abierto por el presidente de la comisión de Relaciones Exteriores, Guillermo Carmona, quien reivindicó los acuerdos firmados con China al afirmar que permitirán el “ingreso de divisas e inversiones” para potenciar la industrialización. Al rechazar las dudas planteadas por la oposición sobre el uso pacífico de la estación espacial o sobre la aplicación de las leyes argentinas, Carmona aseguró que “no se deroga ninguna ley vigente de inversiones extranjeras ni de inmigración”.

Carmona mantuvo un fuego cruzado con el radical Ricardo Alfonsín, el primer opositor en denunciar que “la Argentina negoció con la soga al cuello” y terminó transformando ambos convenios “en una oportunidad para China y no para las empresas argentinas”. El kirchnerista, a los gritos, le pidió: “Dejen de meter miedo antes de las elecciones”.

Otro radical, Julio Cobos, pidió acuerdos con las potencias “pero en condiciones de equidad; no se puede acordar agachando la cabeza”, sostuvo. La crítica radical es que China se compromete a comprar materias primas argentinas, básicamente poroto de soja y derivados, y no manufacturas con valor agregado. “La balanza comercial, que el año pasado cerró con un déficit de más de 5.000 millones de dólares, se seguirá agravando”, dijo Cobos.

La macrista Patricia Bullrich exigió cambios a la ley, algo que el oficialismo estaba imposibilitado de aceptar debido a que el Congreso sólo puede avalar o rechazar los tratados. El primer punto exigido por el Pro es que la base de estudio del espacio lejano que se está montando en Neuquén, que implica la cesión por 50 años de 200 hectáreas, no podrá ser utilizada con fines militares. El segundo, que las licitaciones que tendrán como paraguas el convenio marco de inversiones se ajusten a reglas de transparencia y se deje de lado el mecanismo de la adjudicación directa cuando la inversión proviene de China.

Desde la izquierda, Pablo López (Partido Obrero) calificó como “semi-colonial” los convenios suscriptos. Claudio Lozano (Unidad Popular) comparó el papel que se le está dando a China con el que tenía Gran Bretaña en el siglo XIX para la macroeconomía argentina.

Las cordobesas Graciela Villata y Blanca Rossi también se opusieron. “El único beneficio que obtenemos de ceder 200 hectáreas por 50 años, no cobrar impuestos y flexibilizar leyes migratorias es que podremos usar un 10% del tiempo de las antenas, pero esto siempre y cuando ellos (los chinos) lo permitan y si se solicita tres meses antes”, se quejó Villata. Rossi, en tanto, dudó que China sólo vaya a usar la base para estudiar el espacio. “Pueden introducir tecnología militar y no lo sabremos”, conjeturó. Otro cordobés, el presidente de la comisión de Tecnología, Martín Gill (FpV) afirmó que este acuerdo “estratégico” define “claramente que las investigaciones tendrán un carácter pacífico”.

Desde el massismo, Felipe Solá cuestionó los dos convenios. “Hace mucho que China viene estudiando el espacio como lugar de confrontación; viene estudiando cómo interceptar drones y comunicaciones para ganar la batalla del desarrollo”, afirmó. “Además, respecto al otro tratado no se consultó a los empresarios que pueden salir ganando con este acuerdo. Acá hay una clara renuncia a las empresas argentinas. Lo único que hay es asegurar los yuanes del swap y los créditos a tasa baja para que las empresas compren tecnología china”.

“Es demasiado el colonialismo mental que hemos escuchado hoy acá”, aseguró el kirchnerista Roberto Felleti al cierre del debate que duró casi nueve horas. “Sé que hay muchos diputados que toman café en la Embajada de Estados Unidos, pero sepan que es un amor no correspondido porque ellos lo único que quieren es que nos vaya lo peor posible porque competimos directamente con ellos”, dijo el economista.

“No es tan errado este acuerdo, porque de los tres bloques con los que comerciamos, el Mercosur, Europa y China, este último es el que más ha crecido y demanda nuestros productos”, afirmó para finalizar.

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