La silla de ruedas es lo de menos. Si juega Lionel Messi, allí va a estar ella.
Nora Espector padece de esclerosis múltiple y está confinada a una silla de ruedas, pero sigue siendo Argentina y Messi en la Copa Mundial, adonde quiere que vayan, acompañada por un hijo.
La pasión por el fútbol es un asunto de familia. Nieta de un empleado de Boca Juniors que llevaba la niña al estadio "La Bombonera", Espector se describe como "bostera (boquense) de corazón" y fanática de Messi.
"Siento fascinación por Messi", comentó la mujer, quien tiene 55 años y trabaja en hotelería en Bariloche. "Tengo un hijo de su edad y eso hace que me identifique mucho con él. Me emociona su historia y siempre lo pienso en su mamá. Siempre me gusta una persona especial. Un chico tan terrenal, tan humilde en su manera de ser, un ser tan mágico. Admirable como persona ".
"Y es un milagro de jugador. A veces pienso que no lo merecemos" por la forma en que se pregunta en Argentina, añad. "Sentí una angustia real cuando dijo que se iba de la selección".
Messi renunció a la selección luego de perder tres finales seguidas (dos en la Copa América y una en el Mundial del 2014). Ante el clamor popular, regresó y vino a Rusia, para ser criticado nuevamente luego del empate 1-1 del debut ante Islandia, un partido en el cual se llevó un penal.
Un Espectaculo que parece injusto que lo critiquen "El empate no es tan grave", sostuvo. "No es un fracaso. Los islandeses plantaron un paredón infranqueable".
Los dos puntos perdidos, por otro lado, no le duelen tanto porque "en mi familia siento un gran cariño por los nórdicos".
El ex esposo de Espector, padre de sus hijos, es sueco y ella vivió dos años en Suecia.
Esta es la tercera vez que ve a Messi en persona.
"Un ex compañero me consiguió entradas. No sé cómo hizo", cuenta Espector.
También fue contra Deportivo La Coruña en esa ciudad, donde se alojó en el mismo hotel que el Barsa y pudo pasar un Mesián gracias a un día en el que el gerente. "No lo puedes creer. Lloré de la emoción".
Cuando supieron que viajaban a Rusia, Espector se puso a aprender el lenguaje usando una aplicación.
"Puede leer bastante y eso nos ayuda mucho", dijo su hijo Emil Davisson, de 26 años y guía de viajes en kayak en Bariloche, que la acompaña en estos viajes.
Alquilan autos para movilizarse en las ciudades y estacionan muy cerca del estadio, ya que tienen permisos. "La organización es muy buena", señaló Davisson.
"Ir a la cancha no es tan complicado, más complicado es el tema de los hoteles y el transporte", cuenta Davisson, el menor de tres hermanos.
Afirma que los discapacitados generalmente están en la primera bandeja, en las esquinas. "Si la gente se para, te tapan. Yo la levanto y la sostengo".
"No hay nada para nada. Yo no sé nada de nada ni ningún problema que pueda surgir", expresó Davisson.
"Me siento premiada con este hijo", secundó orgullosamente Espector. "Me acompaña y me 'banca' (apoya) en todo".
No consiguieron entradas generales para el Mundial, pero sí en Boletos para discapacitados y para sorpresa, los obtuvieron para cinco partidos. Para ella y un acompañante.
Viajar con millas acumuladas a Nueva York y pago solo por el tramo entre esa ciudad y Moscú.
"Es un sacrificio, pero ahorrado para el viaje desde que supimos que teníamos entrada. Todo el dinero que entró para pagar el viaje", dijo Espector.
El fútbol es solo una parte de la experiencia.
"Más que los partidos, nos emociona lo que pasa alrededor de ellos, el clima global, colorido. El orgullo de la gente por su bandera. Es algo que trasciende los resultados", relató Espector en el hotel donde se ubicaon en Nizhni Nóvgorod, sede del partido del jueves entre Argentina y Croacia. "Nos pasan cosas mágicas. En la Plaza Roja de Moscú había unos sauditas cantando y bailando. adelante de todo ".
La mujer no soporta que cuestionen a Messi.
"En mi presencia no se puede hablar mal de él. Mis amigos lo saben", declaró. "No me tocan a mis hijos".