En una sesión caliente y subida de tono, los concejales de la oposición buscaron ayer suspender al intendente de Santa Rosa, Sergio Salgado, a quien acusan por los delitos de retención indebida de sueldos e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Aunque al inicio de esa sesión los cinco ediles opositores creyeron tener enlazados los siete votos necesarios para sancionar al mandatario, finalmente sólo consiguieron seis sufragios positivos, lo que frustró la medida y generó reclamos cruzados entre oficialistas y opositores.
La grave acusación levantada contra Salgado surge del informe de una comisión investigadora que trabajó durante el último mes y que ayer elevó sus conclusiones al recinto. Allí se lo señala a Salgado como responsable de retención indebida de haberes, una acusación que se encuadra dentro de la difícil crisis financiera que atraviesa el municipio que, por falta de dinero, se ha visto obligado en los últimos meses a escalonar el pago de sueldos.
El dictamen acusatorio llegó al recinto con la firma de ocho ediles (cinco opositores y tres oficialistas), lo que despertaba la esperanza entre radicales y demócratas de conseguir suspender al intendente peronista, como "principal responsable por el atraso en los sueldos".
Sin embargo, a la hora de votar, sólo seis ediles fueron por la afirmativa: los opositores Susana Zanotti, Débora Quiroga, Antonio Ponce,
Norma Trigo y José Becerra, además del voto del oficialista Carlos Gómez; pero el presidente del Concejo, Celso Reta, y la edil justicialista Gladys Maravilla, que acompañaron con su firma el dictamen, votaron por la negativa.
En Santa Rosa y hasta ayer, sólo habían cobrado los municipales de clase seis e inferiores, por lo que un pequeño grupo del resto de los empleados inició una protesta frente a la comuna y amenazaba al mediodía con una olla popular frente a la explanada.
Finalmente, una promesa del secretario de Gobierno desactivó la medida, cuando les aseguró que hoy sería depositado el sueldo de agosto para el resto del personal. “Más allá de la promesa, seguimos en estado de alerta y movilización”, advirtió Carlos Castillo, uno de los empleados manifestantes.
La comisión investigadora del Concejo concluyó que el intendente Salgado es responsable por el atraso en los sueldos y asegura que en diversas ocasiones el mandatario prometió poner al día los haberes, incluso con un pedido al Concejo de endeudamiento por 7,5 millones de pesos que se aprobó, aunque nunca la comuna pudo conseguir ese financiamiento.
Ayer, los concejales esperaban escuchar a Salgado, a quien habían citado al recinto, pero no concurrió por estar realizando gestiones en Buenos Aires. “Estamos pagando sueldos en la medida que llega la plata a la comuna y en medio de una crisis que va más allá del municipio”, dijo Salgado a Los Andes desde Buenos Aires y completó: “Los concejales que quieren sacarme acaban de perder una elección y no se bancan que la gente nos eligió otros cuatro años. Son resentidos sociales”.
Molestos por el faltazo y frustrados por no conseguir los votos suficientes, los ediles opositores cargaron contra los concejales oficialistas que firmaron el dictamen, pero que no acompañaron con el voto. “En la vida hay que ser consecuente y no se puede borrar con el codo lo que se firmó 24 horas antes”, señaló ofuscado el concejal demócrata Antonio Ponce.
Sobre este punto, Reta contestó: “Acompañé con mi firma porque no me opongo a que se investigue, pero hubo apresuramiento en el dictamen y se lo quieren cargar al intendente como sea, sin tener en cuenta siquiera que acaba de ganar elecciones por otros cuatro años.
Además, si suspenden al intendente tengo que ocupar su cargo y no sabría decirle cómo resolver el problema de los sueldos".
Salgado ya fue destituido por el Concejo en noviembre de 2008, a menos de un año de haber asumido su primer mandato, y volvió al cargo por decisión de la Suprema Corte en marzo de 2009.