La tormenta que comenzó la tarde del martes con la lluvia que cayó casi en forma constante durante todo el día en el departamento de San Rafael provocó filtraciones en techos y paredes, calles anegadas, caída de árboles, corte de caminos y la interrupción del tránsito del Cañón del Atuel, uno de los lugares más visitados por los turistas.
Por la cantidad de agua que entraba en sus viviendas varias familiares debieron abandonar sus hogares y alojarse con familiares y amigos, en distintos distritos. Sin embargo no hubo necesidad de evacuar a ninguna persona, tal como afirmó a Los Andes el titular de Defensa Civil de la comuna, Aldo Sarmiento.
La lluvia, el intenso viento y el granizo afectaron fundamentalmente a los distritos de Rama Caída, Cuadro Benegas, Cañada Seca, Villa Atuel y Las Malvinas. En este último se registraron caídas de varios árboles.
“No estamos acostumbrados ni preparados para tanta agua. A mí se me filtra el techo, tengo varias goteras pero seguimos acá”, señaló Mirta, que vive en el distrito de Rama Caída. Como ella, varios vecinos tuvieron que afrontar la “lluvia adentro de las casas” colocando baldes y ollas, y algunos más osados se subieron al techo a tratar de poner nylon con piedras, “pero el viento te volaba todo”, contó Esteban.
Uno de los lugares donde se registró mayor acumulación de agua fue en Villa Atuel, donde alcanzó los 32 milímetros en pocas horas. La gran cantidad de agua precipitada hizo que el cauce de los ríos creciera y se cortaran algunos pasos, como el que se encuentra en la zona de Pobre Diablo, al sur de la ciudad, donde un brazo del río Diamante socavó la calle. Ayer las máquinas trabajaban para solucionar este inconveniente, mientras que solicitaban a la gente que transitara sólo por los dos puentes que unen la avenida Balloffet con la isla del río Diamante.
Las mismas precauciones se solicitaban a los automovilistas que transitaban por el paso de Los dos álamos, también sobre el Diamante, como por los zanjones de las rutas, en especial el arroyo El Salada en la Villa 25 de Mayo, donde hace poco una creciente dejó varados por varias horas a más de un centenar de vehículos. Mientras, el tránsito por el Cañón del Atuel se interrumpió para evitar inconvenientes ya que por la abundante agua suelen provocarse en la zona desprendimientos de tierra y rocas. Una máquina de Vialidad provincial trabajaba ayer para dejar el camino en óptimas condiciones.
“Estamos atentos por si hay problemas pero los mismos delegados municipales están en contacto con la gente en los distritos para saber si hace falta ayudar a alguna familia”, aseveró Sarmiento.