El 20 de octubre, durante la fiesta aniversario de Diario Los Andes, Carlos Tizio confirmó que habían ingresado a bodega 400 mil litros de vino importado. Desde ese momento al 1 de diciembre en bodega ya se registran 1.280.000 litros de vino importado. Es decir, que en poco más de un mes, la entrada de vino a granel a se triplicó, según un reporte del Instituto Nacional de Vitivinicultura.
Los datos brindados por el INV indican que del total de vino ingresado: un millón corresponde a vinos a granel tinto genérico y 280 mil litros a vino varietal cabernet sauvignon. Es que las existencias de este varietal son exiguas, a la fecha certificados sólo hay disponibles unos 304.904 hectolitros de cabernet sauvignon, de acuerdo al organismo nacional.
Con los precios del vino en alza, graficado por el Observatorio Vitivinícola Argentino, con un aumento promedio entre enero y octubre del 150%, pasando de $ 4 el litro de tinto genérico a $ 10 litro y con valores de mercado que hoy se estiman entre $ 12 y $ 14 el litro, referentes de la industria calculan que este escenario podría ser el techo para este producto. Es que una vez pasado el período de heladas y con el pronóstico de cosecha del INV en mano, las especulaciones bajarían, y en enero se podría recién conocer el “verdadero” precio por litro del tinto genérico.
Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina indicó que “la importación se debe fundamentalmente a un tema de abastecimiento y precio. Hay falta de oferta en el mercado. Si alguien tiene un producto que tiene valor, es probable que lo retenga a la espera de un mejor precio”.
Agregó: “Ahora con el período de heladas tardías superado, el mercado se empieza a mover, por eso hubo retención de stocks. No es lo deseable importar, yo te diría que en principio que los vinos que venían en alza, se están empezando a estabilizar, principalmente por la señal que ha significado traer vinos de afuera.
Para Gabriela Lizana de Aproem, no es la importación en sí el problema sino las razones por las que se llevan a cabo.
“Entendamos que muchos productores han quedado fuera del sistema. Abandonaron o están abandonando sus fincas, porque aunque el producto vale más no alcanza a cubrir las pérdidas sufridas por la falta de recursos para trabajar las fincas”, dijo Lizana.
La productora del Este estimó que con este panorama “habrá menos uva, salvo que las grandes empresas compensen esa merma con plantaciones propias. Pero si el problema es de precios, o sea el mismo vino es más barato en Chile, la proyección es todavía más grave.
Los precios actuales apenas alcanzan a cubrir los costos de algunos productores. Por lo tanto, con la inflación proyectada al próximo año, con el aumento de costos consecuentes, la situación de la importación será peor”.
Impuesto y consumo
Si bien la Ley impositiva ya se aprobó en Mendoza y dio facultad al Poder Ejecutivo de cobrar hasta 4% de impuesto a los caldos importados, por ahora, Cornejo no se ha expedido al respecto. De hecho, desde el Ministerio de Hacienda confirmaron que aún no está definido.
Otro problema en puerta para la industria es la baja del consumo en el mercado interno. Así las cosas en el acumulado enero - octubre el consumo de vino cayó 7,8%, lo que significa que se dejaron de tomar unos 66 millones de litros de vino.
“Para que la industria sea rentable necesitamos encontrar un equilibrio en los precios. Si no, para el productor pasa a ser un año bueno por diez malos, lo que en realidad no le sirve a nadie”, dijo Eduardo Sancho, presidente de Fecovita.
“Acá -continuó- es muy grave lo que pasa con el consumo. Si sigue cayendo vamos a tener problemas graves. Es probable que la cosecha que viene tampoco sea una cosecha promedio y los rendimientos sean inferiores. Pero si tuviéramos una cosecha normal y con este nivel de consumo, vamos de nuevo derecho a los sobrestocks si no hacemos algo. Los precios tienen que ser razonables para que todos podamos crecer”.
Nación desembolsó dinero para los CDV
Luego de varias negociaciones y reuniones con el Ministerio de Agroindustria que comanda Ricardo Buryaile, se logró destrabar los montos solicitados para la continuidad de los Centros de Desarrollo Vitícola (CDV). “Ha quedado el tema cerrado con financiación, y es una importante noticia para los productores.
Esto implica el pago para los profesionales que desarrollan sus tareas en el campo. Cerca de 1.500.000 pesos se han asignado para este trabajo de asistencia y articulación con los productores” comentó el nuevo presidente de Coninagro, Carlos Iannizzotto.
Específicamente, la tarea de los Centros de Desarrollo Vitícola se ha focalizado en capacitaciones a productores sobre aspectos productivos y empresariales, desempeñando también una tarea fundamental de asistencia técnica a través de ingenieros agrónomos y técnicos que visitan y asesoran gratuitamente a pequeños y medianos productores. Los ejes centrales de acción son “la transferencia de tecnología y la integración al negocio vitivinícola”, destacaron.
