Un alerta por tormentas y lluvias intensas para este fin de semana en la provincia se suma al “infierno” que vivimos desde el martes (pero sobre todo el miércoles y jueves) con temperaturas altísimas.
Ayer, la máxima llegó a 40,5° en el Gran Mendoza, mientras que en Tres Porteñas (San Martín) y Gustavo André (Lavalle) se elevó hasta casi 42°.
Según confirmó el meteorólogo Fernando Jara, "se avecinan lluvias de gran intensidad" desde la noche del viernes. Dijo que la probabilidad de granizo es menor "pues no hay frío en altura".
Según adelantó, las temperaturas este fin de semana seguirán altas durante el día (38° hoy, 33° mañana y 34° el domingo), pero las tardes-noches se volverán inestables y con fuertes tormentas. “El martes recién comenzaría a mejorar el tiempo”, advirtió.
Lluvias "inusuales"
El alerta meteorológico ha despertado una particular reacción de pánico en la población del Valle de Uco. Los pronósticos dicen que esa será la región más castigada y que el sábado podrían llegar a caer hasta 140 mm de agua en unas horas.
Pocos vecinos quizá sepan traducir en magnitud esa medida, pero la misma -junto a carteles de “alerta amarilla”- circuló por las redes sociales, con mensajes alentando a los ciudadanos a “ser solidarios y estar prevenidos”.
Lo cierto es que los radares indican una “importante inestabilidad de la masa de aire”, lo que traería intensas lluvias -con posible granizo- en la zona precordillerana provincial. Esto se manifestaría esta noche y, con mayor rudeza, en la tarde noche de mañana. Las regiones pedemontanas del Sur, del Valle de Uco y del resto de la provincia aparecen como las más afectadas.
Sin embargo, la lectura que hacen algunos meteorólogos -como Federico Norte- es que las precipitaciones de mañana "serán inusuales".
Sostiene que -si los radares no muestran modificaciones- podría caer una gran cantidad de agua en un corto tiempo e incluso advirtió “que la provincia podría no estar preparada para soportar esa magnitud”.
Según el pronóstico que ratificó a Los Andes, en el Valle de Uco podrían caer hasta 140 mm en el día en Tupungato y San Carlos y algo menos en Tunuyán. De ser así, sería un fenómeno de gran relevancia, casi histórico. Hay que tener en cuenta que en una provincia desértica, como lo es Mendoza, el promedio de lluvia que cae durante todo el año va de los 140 a los 260 mm.
Valga la expresión, el augurio cayó como un baldazo de agua fría en la población valletana, que se autoinvitó en forma masiva a ser cauta frente al posible fenómeno.
La respuesta por parte de las comunas no fue tan homogénea. Las tres están en alerta y han tomado precauciones, pero Tunuyán -quizá marcada por su historia de tormentas- es la única que empezó ayer con acciones concretas para prevenir cualquier desastre.
"Ante la duda, hemos puesto en ejecución un plan de contingencias", anunció Fabricio González, titular de Defensa Civil de esa comuna. El hombre reconoce que los "golpes" les han dado cierta experticia en el tema y prefieren ser precavidos.
Además, las fechas no ayudan. Por estos días se cumplen dos años de la mayor tormenta que azotó a Tunuyán en el último tiempo, cuando en febrero del 2015 cayeron 77 mm de agua en 45 minutos.
Según expuso González, ayer comenzaron a limpiar cunetas y canales urbanos en los puntos críticos que tienen detectados. “Además, le hemos pedido a Irrigación que corte el agua que envía a cauces y arroyos que pasan por la zona urbana, para que el agua de lluvia escurra allí sin problemas”, apuntó.
Los tres municipios del Valle de Uco apostaron a reforzar la comunicación a la gente sobre los recaudos a tomar en estos casos. Leonardo Martínez, responsable de Defensa Civil en San Carlos, dijo que "es importante, que los vecinos no arrojen botellas ni saquen sus residuos a la calles en caso de tormenta.
Y si viven en zonas inundables, recomendamos colocar bolsas con arena fina en las puertas de la vivienda”, dijo el funcionario. San Carlos tiene detectado los sitios de mayor riesgo aluvional: Eugenio Bustos, calle El Indio, Delinoski y Cápiz son algunos.
En Tupungato, también pusieron énfasis en la comunicación, sin embargo pidieron no fomentar mensajes y medidas que hagan entrar en pánico a la población. “Estas alertas se reciben permanentemente y, si bien hay que estar prevenidos, no podemos caer en una psicosis”, dijeron desde este municipio.