El presidente Donald Trump anunció ayer que la semana próxima hablará sobre comercio con su homólogo chino Xi Jinping, en el marco de una cumbre en Japón. Y los equipos negociadores de ambos países reanudarán conversaciones antes de la reunión de los mandatarios.
En la creciente disputa con Beijing, Trump ya ha impuesto aranceles de 25 por ciento a productos importados de China valorados en 250.000 millones de dólares. Y se apresta a elevar los impuestos de otros productos importados chinos hasta sumar 300.000 millones, extendiendo los aranceles a todos los bienes que China exporta a Estados Unidos.
Su meta declarada es presionar a Beijing para que deje de robar tecnología estadounidense, obligar a las empresas estadounidenses a entregar secretos comerciales y detenga la competencia desleal a través de subsidios a empresas chinas de tecnología.
"Acabo de tener una buena conversación telefónica con el presidente Xi de China", tuiteó ayer el presidente. "Tendremos una reunión larga la próxima semana en el G20 en Japón. Nuestros respectivos equipos se reunirán antes de nuestra reunión".
La Casa Blanca dijo en un comunicado que ambos presidentes hablaron sobre nivelar las bases de negociación sobre el agro, los trabajadores y el comercio estadounidense a través de una relación económica "justa y recíproca". El gobierno de Trump admitió que eso incluye negociar barreras comerciales con el país asiático.