Siete personas murieron por una potente tormenta que azotó el norte de Grecia, incluso un niño que fue aplastado por un techo durante la noche.
El cadáver de la séptima víctima fue hallado en el mar: un pescador de 62 años que había sido reportado desaparecido. Sus restos fueron hallados por un helicóptero de la fuerza aérea a 6,8 millas náuticas de la costa de la península de Halkidiki, y sus familiares lo identificaron después, dijeron los guardacostas.
El pescador se hizo a la mar en su bote el miércoles por la tarde, poco antes de que se desatara la tormenta. Estaba desaparecido desde entonces.
El meteoro del miércoles por la noche desarraigó árboles y derribó torres eléctricas, volcó autos y aventó sillas playeras a sitios tan altos como copas de árboles, dejando escombros regados por toda la costa.
Se declaró una emergencia estatal en la región, una península cerca de la ciudad de Tesalónica, en el norte de Grecia, muy frecuentada por los turistas en el verano.
El portavoz del gobierno Stelios Petsas dijo que 23 personas seguían hospitalizadas el jueves, incluso una mujer en condición crítica. Seis de los muertos eran turistas: dos de Rusia, dos de República Checa y dos de Rumania.
Dos de los fallecidos perdieron la vida cuando los vientos fuertes volcaron su casa rodante, mientras que un nene de 8 años y su madre perecieron aplastados cuando el techo de un restaurante les cayó encima. Otras dos víctimas murieron aplastadas o golpeadas por árboles.