Un rayo de sol parece alumbrar el tormentoso presente de Impsa, la empresa mendocina que cayó en default y con la posibilidad de suspender a 600 empleados. La buena para el grupo Pescarmona es que hoy se realizó la apertura de sobres con las propuestas financieras para la construcción de la central hidroeléctrica Chihuido I, en la provincia de Neuquén, e iIndustrias Metalúrgicas Pescarmona S.A. calificó primera.
La obra prevé una inversión de casi 15 mil millones de pesos e incluye una obra de 160 kilómetros de línea de 500 kilovatios con un 74 por ciento de suministros argentinos.
Las cuatro ofertas finalistas
1- Electroingeniería, Hidrocuyo y China Gezhouba, cotizaron un monto total de 13.847 millones de pesos.
2- Helport, Chediack, Panedile, Eleprint, Hidroléctrica Ameghino, Isolux y Sustenta Inter Rao de la Federación Rusa, 14.908 millones de pesos.
3- Hydrochina Corporation, Power China, Rovella Carranza, CPC y Holdec Inversora, 13.480 millones de pesos
4- Metalúrgica Pescarmona (Impsa) 11.994 millones de pesos. La empresa radicada en Mednoza también propuso una serie de variantes para abaratar ese precio y llevarlo, como mínimo, a $ 10.998 millones.
"Estamos ante una obra de significativa importancia para el gobierno argentino y particularmente para la provincia de Neuquén, que representa, entre otras cosas, un ahorro de 1.750 gigavatios (gwh), el consumo de 600 mil hogares promedio", señaló el ministro de Planificación, Julio De Vido, en la antesala de la apertura de los sobres.
El ministro destacó que del total de 16 empresas participantes "11 son argentinas", en tanto que los suministros nacionales serán "del 74 por ciento".
De todos modos, la realidad de Impsa es que mientras espera los subsidios para sostener los salarios, la empresa apelaría a un procedimiento programado de suspensiones a su personal, de ocho días por mes. Además, por la deuda que mantiene, Standard & Poors le bajó la calificación y confirmó la cesación de pagos.