Fue insólito: River Plate perdía 1-0 (Vargas) ante Libertad, en Paraguay, y tenía un penal en contra a los 10 minutos de segundo tiempo en el partido de ida de los octavos de final de la Copa Sudamericana. Automáticamente se cortó la luz en el estadio y el juego permaneció demorado más de veinte minutos.
La luz volvió, Rodrigo López falló el penal y Carlos Sánchez igualó las acciones para los argentinos de inmediato. Pero volvió a fallar el servicio eléctrico y el encuentro se demoró otra vez por más de quince minutos. Luego regresaron las luces y con ellas los dos goles triunfales de Sebastián Driussi y Gio Simeone para sellar un 3-1 espléndido del elenco de Marcelo Gallardo.
Pasado en limpio, River Plate abrochó una victoria accidentada y trabajada, pero merecida al fin de cuentas, y afrontará la revancha de la semana que viene con más oxígeno que su rival.