Treinta minutos. Ese es el promedio que las autoridades fronterizas chilenas pretenden que haya de espera por persona que ingresa al país limítrofe vía terrestre y por el paso Los Libertadores; tiempo que comienza a correr desde que inicia los trámites y hasta que queda liberada para continuar con el viaje.
De lograrse, sería un alivio muy grande para miles de mendocinos que cruzan la cordillera por el sistema integrado Cristo Redentor todos los años -principalmente en verano- y que han llegado a tener que estar hasta 8 o 10 horas varados.
Para conseguirlo, en 2016 iniciaron la construcción del imponente nuevo complejo -ubicado a menos de un kilómetro del actual-. El establecimiento ya está terminado en su totalidad; aunque se está trabajando en detalles y pruebas menores.
"Si bien ya están terminadas las obras, no va a comenzar a funcionar sino hasta octubre. Es importante el hecho de que la habilitación sea en coincidencia con el inicio de la temporada; por lo que en verano ya va a estar habilitado el nuevo complejo las 24 horas", destacaron a este diario el gobernador de Los Andes, Sergio Salazar y el administrador del mencionado complejo fronterizo, Hernán Lausen.
Hasta tanto, continuará operativo el tradicional edificio y que data de 1984.
"Que esté en condiciones de operar todo el día, no necesariamente va a suponer que esté abierto las 24 horas en una primera etapa. Se va a seguir rigiendo por el horario de invierno (de 8 a 20 -hora local, 9 a 21 en Argentina) y el de verano -todo el día-", detalló Salazar.
Según indicó el gobernador, 47% de la carga terrestre que ingresa a Chile lo hace por Los Libertadores. "A pesar de la merma en la cantidad de turistas argentinos -cayó casi 37% entre 2017 y 2018-; este complejo es el tercer punto por el que más gente circula. Sólo lo superan el paso del norte -que vincula Arica con Perú- y el aeropuerto Arturo Moreno Benítez", destacó Salazar., quien resaltó que es de vital importancia para el país trasandino. De hecho, en diciembre y como parte de las mejoras en el sistema Cristo Redentor, el Gobierno de Chile licitará las obras en el segundo túnel que vinculará a Mendoza con ese país (el ex túnel ferroviario).
Para el nuevo predio se invirtieron 89 millones de dólares. Y una vez que quede operativo, se cerrará el actual. No obstante, no se le dará otro uso ni derrumbará (al menos por lo pronto).
Enorme
Los casi 5.000 metros cuadrados del actual predio parecen insignificantes ante los 30.000 que cubre el futuro complejo Los Libertadores y que ya está prácticamente listo para su estreno.
De hecho son más si se suman también los 5.200 metros cuadrados que abarca el sector de hotelería, y donde vivirán los funcionarios que allí trabajarán y los empleados de la concesión (sólo este sector ya es más grande que el complejo actual y allí se albergará a 400 personas).
Más allá de que están conectados por una pasarela interna a altura; este sector se encuentra apartado del mega edificio al que ingresarán autos, colectivos y camiones de forma diaria (y que es el que comprende los 30.000 metros cuadrados).
Dos niveles
El nuevo establecimiento de control tiene dos niveles, y la planta baja quedará reservada para el tránsito e inspección de camiones y colectivos (junto a sus ocupantes). En tanto, la atención de autos y quienes allí viajen se hará en el nivel superior, al que los vehículos accederán por un túnel tubular.
"El camino de entrada es uno solo. Pero al ir llegando, hay carteles led que indican por dónde debe tomar cada vehículo. Todos los accesos están del lado norte, mientras que salen por el sur", destacó Lausen.
En el interior del flamante complejo entran 45 vehículos estacionados. Y en el sector de autos hay 15 casillas que operarán de forma simultánea. Como para tener una idea, el nuevo complejo cuenta con la misma cantidad de casetas para autos que el sector Siberia del actual (la parte habilitada saliendo de la ruta y que sólo trabaja en verano y con buenas condiciones climáticas). Además, podrán atenderse a entre 3 y 4 colectivos; también en simultáneo y todo en un predio cubierto. En el presente se atiende a pasajeros de a dos micros, mientras que se revisan de a uno.
"En el complejo actual, bajo techo hay 6 ventanillas para autos y 4 para buses", siguió Lausen. Y agregó que sólo tiene capacidad cubierta para 14 autos aparcados.
En detalle
En cuanto al sector de micros, ingresando por el norte -que será la dirección de circulación-, los pasajeros se bajarán e ingresarán a la zona de casetas. Allí completarán los trámites migratorios correspondientes a ambos países, para luego ir a retirar el equipaje (hay cintas transportadoras similares a las de los aeropuertos) y pasarlos por los scanner. Sólo en este pabellón hay 6 baños.
Además, hay una sala de resguardo para emergencias -por ejemplo, cierre del paso- que tendrá asientos y capacidad para 200 personas.
Camiones
También en lo que sería el sector a nivel está el ingreso para control de camiones. Este tiene 2 entradas -al norte-, una exclusivamente para camiones y otra mixta junto a autos; o -por ejemplo- casillas rodantes.
Los camiones podrán ser atendidos de a 8 al mismo tiempo; y se hará una revisión del Servicio de Agricultura y Ganadería (SAG) y de aduana (el control exhaustivo continuará siendo en Uspallata). En el área mixta, en tanto, habrá 3 puestos de atención.
En el medio de estos dos playones cubiertos y en altura está el predio para autos. Allí también se encuentran las oficinas de servicio de la PDI, SAG y Aduana (Chile) y de AFIP, Migraciones y Gendarmería (Argentina); cerca de 100 y todas con mobiliario a estrenar.
En cuanto a vehículos, por el túnel cilíndrico está previsto que ingresen autos y camionetas, y allí aguardarán la atención en cualquiera de los 15 puestos que estarán habilitados. Cada casilla tiene su propia calefacción y, caseta de por medio, hay baños públicos para los viajantes. Además hay un elevador para aquellos vehículos que precisen un control más detallado; y un montacargas para aquellos autos que por alguna razón no pasen los controles (los aprobados bajan por el tubo ubicado del lado sur).
"Vamos a tener los mismos puntos que cuando está habilitado Siberia; pero techado, calefaccionado y operativo todo el año. El auto va a llegar, se entregará la documentación a PDI y Migraciones; luego será el turno de aduana y se procederá a la revisión del equipaje", indicó el administrador de Los Libertadores. También en el nivel superior habrá un cajero automático y una casa de cambio.
La estructura incluye techo de madera que resiste el peso de toneladas de nieve, y se trata de una infraestructura única en América del Sur para complejos de este tipo.
"La lógica es hacer de este lugar un espacio de paso, en el que la gente no se tenga que quedar mucho ni retrase a los demás. Por eso es que no se han incluido servicios gastronómicos o de ese estilo", sintetizó por su parte el gobernador de Los Andes.