Hace cuatro años, Francisco Pérez se preparaba para dejar el gobierno provincial sin certezas sobre si se podrían pagar los sueldos y el aguinaldo de los empleados públicos en diciembre de 2015. Su figura política se había deteriorado sin retorno y la gestión que encabezaba se retiraba con la peor imagen entre los mendocinos. Ahora, Alfredo Cornejo encara la última semana de su gobierno exhibiendo un contraste notorio con su antecesor. Aquel Estado que hacía agua por todos lados queda más ordenado y eficiente tras la "revolución de lo sencillo" que pregonó desde el inicio de su gestión. Sin embargo, producto de la grave coyuntura macroeconómica nacional, se va dejando ciertas incertidumbres financieras a su sucesor, Rodolfo Suárez, quien deberá ajustar aún más el cinturón de las cuentas públicas para afrontar lo que viene, que incluye un gobierno nacional de signo político opuesto.
Cornejo ha repetido que su único objetivo es irse con "prestigio", un veredicto que de alguna manera los mendocinos le dieron votando a Suárez en setiembre y aprobando la continuidad de la gestión. Pero además del aval popular, el actual gobernador consiguió algo que desde 1983 sólo Bordón (con Gabrielli) e Iglesias (con Cobos) habían conseguido: dejar en el sillón de San Martín a quien él eligió.
Pero ¿cuál es la Mendoza que deja Cornejo? Para analizar esto, Los Andes comparó una serie de indicadores oficiales que muestran la foto de 2015 y la de 2019, cuatro años después. Se trata de cifras económicas pero también en materia de seguridad, educación, salud y vivienda, entre otras.
Menos déficit, menos deuda
Pérez se fue dejando un déficit de las cuentas provinciales de 4.931 millones de pesos. Eso fue revertido por Cornejo, quien llegó a rozar el equilibrio fiscal, "incluso con superávit operativo, entre ingresos y egresos corrientes", como remarcó el gobernador el jueves a la noche en la cena anual de la Asociación de Empresarios de Rodríguez Peña (Aderpe).
Pero este año la situación fiscal volvió a complicarse producto de la crisis nacional. Así, aunque no llegará al nivel del que dejó su sucesor, Cornejo entregará el gobierno también con déficit. Según los últimos datos de ejecución presupuestaria publicados por el Ministerio de Hacienda, de junio de 2019, la provincia tenía un resultado operativo negativo de 710 millones de pesos. El escenario posterior a esa fecha no alienta a que a diciembre esas cifras mejoren.
El mandatario también hizo mención a la deuda en su discurso del jueves. "En términos reales, tenemos un 10% menos de deuda de lo que recibí en 2015", dijo. Los números de Hacienda lo avalan: Pérez debía 1.487 millones de dólares al irse y hoy ese pasivo es de 1.322 millones. Una aclaración: llevada a pesos esa deuda es mucho mayor porque el dólar oficial de diciembre de 2015 era de casi 10 pesos y hoy está en 62 pesos. Por eso Cornejo hizo hincapié en los "términos reales" de la deuda.
Más exportaciones, menos producción
Hace cuatro años, Mendoza cerraba el ejercicio ingresando 1.313 millones de dólares en exportaciones producto de 1.276 toneladas de productos, según los datos del Ministerio de Economía. Con las cifras disponibles a octubre de este año, 2019 terminaría con 1.530 toneladas exportadas (17% más de volumen que en 2015), que representan 1.475 millones de dólares (12% más).
Pero a la par, en estos cuatro años se profundizó una tendencia que ya se evidenciaba en la gestión anterior: la caída en la producción petrolera, el principal recurso de la provincia. Si a fines de 2015 Mendoza producía 4,4 millones de m3 de crudo, a setiembre de este año (últimos números disponibles) salían de los pozos 2,9 millones de m3. En el gobierno actual lo atribuyen a que ellos tuvieron que arreglar el "desorden administrativo" en el área de Energía que "se venía arrastrado desde Jaque". También suman la falta de inversiones: destacan que la última licitación petrolera se había hecho en 2010 y que ellos volvieron a hacer una después de siete años. Y agregan que dejan todo listo para que el sector mendocino de Vaca Muerta empiece a revertir esta caída.
Donde sí creció la producción fue en materia de energía eléctrica: Cornejo puede jactarse de haberla incrementado 10%, ya que con la construcción de la central Anchoris y cuatro proyectos de energía renovable, hay 140 MW nuevos. "Esto supera lo que genera Potrerillos, que es de 120 MW", dicen en el Ejecutivo.
Más obras, menos casas
En estos días el equipo de Suárez -encabezado por quien será ministro de Hacienda, Lisandro Nieri- está en plena elaboración del proyecto de Presupuesto 2020 que enviará a la Legislatura a mediados de diciembre. Una de las incógnitas que deben resolver es qué nivel de inversión pública propondrá, es decir los fondos destinados a viviendas, rutas, hospitales y escuelas, entre otros. Por la difícil situación económica, casi nadie cree que podrá igualar al de este año, que fue de 10,3%, el triple del que tuvo Pérez en su último año de gestión.
Donde Cornejo parece que no podrá superar a su antecesor es en construcción de viviendas. Según las cifras que publica el IPV en su página web, Pérez cerró su gestión con 5.901 casas terminadas, mientras que el actual gobernador lleva 5.259, a días de entregar el mandato. Otra vez, la explicación en el Poder Ejecutivo es que ellos, antes de empezar a hacer viviendas, tuvieron que ordenar el caos que les habían dejado. Por eso en 2016, su primer año de gestión, Cornejo sólo pudo entregar 352 casas, el peor índice desde 2000.
Más presos, menos delitos
La política de seguridad de Cornejo apuntó a terminar con la "puerta giratoria" de la Justicia, para que quienes cometan delitos queden efectivamente detenidos y no sean excarcelados por los jueces "garantistas" a los que tanto ha fustigado.
Las cifras oficiales muestran que en las cárceles de Mendoza hay actualmente 4.988 internos, un 30% más de los que había cuando asumió este gobierno en diciembre de 2015.
Esto ha tenido un efecto -según el Ejecutivo- en la mejora de los índices de seguridad, ya que habría menos delincuentes en las calles. Las estadísticas dicen que la tasa de homicidios cada 100 mil habitantes este año estará en torno al 5,4% que se registró en 2018 (era de 7,5% en 2015). Y en materia de delitos, por ejemplo, revelan que si en 2016 los robos con armas fueron 6.548, este año son 2.528 (61% menos).
Pero es en la Justicia donde la actual gestión se jacta de haber dejado una huella, gracias a la serie de leyes reformistas que impulsó para bajar la litigiosidad y agilizar las causas. La mayoría de ellas fueron aprobadas en los dos últimos años de gobierno por lo que es pronto para medir sus resultados. Igualmente, desde el Poder Judicial informaron a este diario que, por ejemplo, con la creación del nuevo Foro Penal Colegiado los tribunales resuelven 52% más de causas. Y que con el nuevo Código Procesa Civil, las causas que antes duraban en promedio 4 años y medio ahora tienen sentencia en sólo 1 año.
Más alumnos, mejores hospitales
Al momento de evaluar la gestión en educación, de Cornejo, todos los caminos conducen al polémico Item Aula. En el Ejecutivo dicen que además de bajar el ausentismo docente un 38%, permitieron un ahorro de dinero que después se volcó al pago del Ítem Zona, entre otras medidas. Más allá de esto, en la DGE dijeron que están preparando un balance de gestión para mostrar otros logros educativos. Por el momento, lo único que se puede decir es que se incrementó la cantidad de alumnos en las escuelas en relación a los que iban a clase en 2015. En la primaria, hay un 5% más; y en la secundaria, 4% más.
En materia de salud, este Gobierno apostó a mejorar la infraestructura porque, como tantas veces repitieron Cornejo y sus funcionarios, cuando asumieron, "en el Hospital Central no andaban ni los ascensores".
Ahora, el gobernador se irá dejando inaugurada la ampliación de la guardia del mismo hospital, después de haber hecho mejoras en casi todos los efectores de la provincia.
En cuanto a los números, desde el Ministerio de Salud exhiben como un logro la baja de la mortalidad infantil, que en 2015 era de 8,5 y hoy está en 7,7 cada mil nacidos.
Pero hay una última cifra que roza al área sanitaria y es transversal a otras: los muertos por accidentes de tránsito. En cuatro años, el gobierno que se va no pudo bajar la cantidad de víctimas. Según la ONG Luchemos por la Vida, la tasa de fallecidos por esta causa cada mil habitantes era en 2018 de 16,8, siete décimas más alta que el 16,1 que exhibía en 2015.
Pero en el Ministerio de Seguridad las contrastan con las suyas, que sólo muestran a los fallecidos en el lugar del accidente: si hace cuatro años hubo 154 muertos, este año (al 22 de noviembre) había 122.
Cuántos empleados menos hay en el Estado
"Voy a dejar el Gobierno con 8 mil empleados menos", dijo Cornejo en febrero pasado, resaltando que iba a ser el único gobernador, desde 1983, en irse con menos personal que el que recibió. Y lo está cumpliendo.
A fines de 2015 había 99.118 agentes en el Estado, aunque la actual gestión le suma otros 3.390 que Cornejo debió pasar a planta por paritarias firmadas por Francisco Pérez. Por eso, la cuenta final da 102.508 empleados legados por el anterior gobernador.
A setiembre de este año (último dato disponible) había 95.136 trabajadores en planta (7.272 menos), que según el Gobierno "incluye a unos 1.700 docentes que forman parte de los programas especiales que comienzan entre abril/mayo y pueden finalizar con el ciclo lectivo (principios de diciembre)".
Además, informaron que habrá 846 bajas más por jubilaciones, por lo que en los cuatro años de la gestión "la disminución rondará el 10%".