Cuatro de los seis oradores del acto se pronunciaron en favor de mantener la continuidad del reclamo de ayer mediante un plan de lucha de "ejecución inmediata".
"Vamos a movilizarnos el lunes 26 porque vamos a tener el orgullo de ser el sindicato que le va a rechazar el ajuste salarial al gobierno provincial", disparó el secretario general del SUTE.
Sebastián Henríquez confirmó así que en la próxima reunión de la paritaria docente "vamos a rechazar que le quieran dar a los maestros sólo 500 pesos y a los celadores únicamente 400 pesos más", Y convocó a sumarse a esa marcha del SUTE.
"Vamos por una huelga general el 8 de marzo", coincidieron en propiciar los secretarios generales de las dos CTA, Guillermo Martínez Agüero y Gustavo Correa.
Representantes del "espacio agrario", presentes en la marcha presentaron desde el escenario la iniciativa de transformar en un paro nacional, la huelga internacional por los derechos de las mujeres prevista para ese día.
"Hay que comenzar a madurar una huelga nacional contra el ajuste", se sumó el titular de ATE, Roberto Macho. "Esta demostración de unidad está reconfigurando la resistencia popular", remarcó el titular del gremio de la TV (Satsaid) y legislador electo, Marcelo Aparicio (Somos Mendoza).
"Apuntamos contra el modelo Macri-Cornejo", sumó el titular de la Asociación Bancaria, Sergio Giménez. "En las canchas ya los insultan y en las calles los vamos a seguir insultando", enfatizó la dirigente estudiantil, Mariana Ábrego.
La CGT Mendoza dio "libertad" a sus gremios para adherir o no a la jornada de ayer, pero en un documento expresó que "nos vemos obligados a implementar un plan de lucha en resguardo de nuestras fuentes de trabajo, contra el tarifazo generalizado, la desocupación que no cesa y el endeudamiento de la provincia".
Una marcha muy diversa
La protesta de ayer impactó durante casi tres horas en el microcentro mendocino. Reunió a 6 mil manifestantes de muy diversas procedencias.
Las dirigencias del SUTE y de ATE volvieron a compartir una marcha después de años. Las diferencias internas en el gremio docente se tomaron un respiro: Sebastián Henríquez (SUTE) y Gustavo Correa (CTA) hablaron desde una misma tribuna.
Hubo dirigentes gremiales, sociales, políticos de toda la oposición y también empresarios. Los carteles de Apyme ironizaron: ‘Sí se puede... fundir a las pymes’.
También hubo disidentes en el oficialismo: los radicales de Los Irrompibles y Barrios de Pie, aunque Libres del Sur integre Cambia Mendoza.