El anuncio del proyecto de reforma tributaria ha tenido ganadores y perdedores, y Mendoza está entre los últimos luego del anuncio de que se impondrá un impuesto al vino y los espumantes.
Desde que se conoció el anuncio, varias voces salieron a dar su opinión y expresar malestar, y también movilizó al gobierno provincial.
El ministro Kerchner anunció que está reunido con el sector vitivinícola decidiendo qué acciones tomarán.
En tanto, la vicegobernadora de Mendoza, Laura Montero, cuestionó hoy la intención del Gobierno de aplicar un impuesto interno al vino, en el marco de la reforma impositiva, al juzgar esa iniciativa como una "mala noticia" para la "economía regional" de su provincia.
"Sin duda una mala noticia para nuestra economía regional, el impuesto al vino y a los espumantes profundizará problemas", planteó Montero, quien integra Cambiemos, desde su cuenta en la red social Twitter.
La Federación Económica de Mendoza (FEM) también señaló en un comunicado a "expresar su desacuerdo con la suba de Impuestos Internos para vinos y espumantes anunciada esta tarde por el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne".
En su informe, la entidad económica explicó: "Trascendió que en el caso del vino la alícuota pasará de 0 a 17 % y en el caso de los espumantes también del 0 al 17 %", y agregaron: "entendemos que la medida contradice abiertamente el espíritu de la ley 26.870 que declara al vino Bebida Nacional. Además impactará en las economías regionales, muy especialmente en la de Mendoza".
"La suba de los impuestos internos se trasladará a precios, con el consiguiente encarecimiento del producto, más la pérdida de competitividad que esto trae aparejado", se quejaron.
"Sabemos que la vitivinicultura y el consumo no están pasando un buen momento, por lo que esta suba de impuestos internos es más que inoportuna. Con más tributos no alentaremos ni la producción, ni las inversiones".
La diputada nacional del PRO por Mendoza, quien es además empresaria bodeguera y enóloga, Susana Balbo, en declaraciones radiales sostuvo: "Me parece un golpe terrible para la industria (vitivinícola)", y agregó que "yo no puedo dar una opinión acabada sin saber de qué estamos hablando, cómo se va a aplicar y demás", porque explicó que "no hemos tenido acceso, y ha estado muy guardado esto".
