El presidente Tabaré Vázquez echó ayer al comandante del Ejército de Uruguay, general José González, por haber ocultado que un militar retirado admitió un crimen de la dictadura militar.
El comandante del Ejército había asumido el cargo hace apenas dos semanas.
Además, el ministro de Defensa Nacional, Jorge Menéndez, presentó su renuncia.
La crisis se originó cuando se supo que en un Tribunal de Honor que el Ejército realizó al teniente coronel retirado José Gavazzo, éste admitió que en 1973 arrojó a un río el cuerpo de un guerrillero tupamaro para hacerlo desaparecer. Sin embargo, ni los integrantes del Tribunal ni los mandos del Ejército comunicaron el caso a la fiscalía.
Vázquez también dio de baja a otros cinco generales. Dos de ellos integraron el mismo Tribunal de Honor y otros tres formaron parte de un tribunal de alzada que ratificó el fallo original.
Según un comunicado de la presidencia, Vázquez homologó lo actuado por el Tribunal de Honor sin haber leído la totalidad de sus actas, y solo conoció la confesión de Gavazzo al leer un informe publicado el sábado por el diario El Observador.
Gavazzo es uno de los símbolos máximos de la represión de la dictadura militar que gobernó Uruguay entre 1973 y 1985. Dos semanas atrás, Vázquez ya había removido al anterior comandante del Ejército, el general Guido Manini Ríos.
Manini Ríos, que estaba al mando del Ejército cuando falló el Tribunal de Honor, tampoco denunció el caso a la fiscalía. Y en su lugar formuló "graves cuestionamientos al Poder Judicial" en un escrito enviado al presidente, por entender que los militares que actuaron durante la dictadura no son tratados en forma ecuánime por fiscales y jueces.
En dos semanas, el presidente cesó a siete de los 16 generales del Ejército.
Algo más de 40 militares han sido procesados acusados de graves violaciones a los derechos humanos en la dictadura.
De avanzada edad, algunos de los militares condenados han muerto en prisión, entre ellos el dictador Gregorio Álvarez, quien presidió el régimen de facto entre 1981 y 1985, y falleció cumpliendo pena de prisión en el Hospital Militar en 2016.
Se estima que durante la dictadura hubo 192 uruguayos desaparecidos.