El presidente estadounidense, Donald Trump, volvió a rechazar acusaciones de racismo tras haber atacado por Twitter a cuatro congresistas opositoras de origen étnico diverso, horas antes de una votación en el Congreso para condenar sus comentarios.
"No tengo ni un hueso racista en mi cuerpo!", exclamó Trump en un tuit, luego de haber dicho el lunes que "mucha gente" veía bien que hubiera instado a las cuatro congresistas demócratas a volver a sus países, pese a que son todas ciudadanas estadounidenses.
"Esos tuits NO fueron racistas", agregó Trump, en medio de uno de los mayores escándalos desatados por dichos del polémico mandatario desde que llegó a la Presidencia, en 2017.
Los mensajes del domingo, que fueron ampliamente denunciados como racistas, estaban dirigidos a las representantes Ilhan Omar, de origen palestino, la latina Alexandria Ocasio-Cortez, la afroamericana Ayanna Pressley y Rashida Tlaib, nacida en Somalía.
Trump dijo ayer otra vez que las mujeres, jóvenes progresistas llegadas este año al Congreso y fuertes críticas de sus políticas y comentarios, en realidad “odian” a Estados Unidos.
Crítica de Amnistía
El secretario general de Amnistía Internacional, Kumi Naidoo, sostuvo en un comunicado que "como presidente de Estados Unidos, Trump demonizó a grupos minoritarios, azuzó el odio y el miedo y alentó la división".
"Sus palabras demuestran que la xenofobia, más que la seguridad de la población de Estados Unidos, motivan estas políticas", cerró.