En Malargüe, la equinoterapia ya tiene lugar

“Un sueño compartido” está formada por un grupo de padres y docentes de chicos con discapacidades. Ya tienen el predio donado por uno de los integrantes y un caballo llamado Tranquilino. Piden ayuda a la comunidad para completar la infraestructura necesar

En Malargüe, la equinoterapia ya tiene lugar
En Malargüe, la equinoterapia ya tiene lugar

Un grupo de padres y docentes malargüinos se nucleó para formar la asociación de equinoterapia “Un sueño compartido”. Trabajan desde hace cinco meses y ya consiguieron un predio y un caballo llamado Tranquilino. Si bien han avanzado bastante, necesitan acondicionar el predio para que otros niños puedan utilizar el servicio.

La equinoterapia es una actividad en la que se utilizan caballos como instrumento natural de rehabilitación, educación y reeducación de las personas con necesidades especiales y con algún tipo de discapacidad.

Esta terapia mejora la calidad de vida y las capacidades personales, potenciándolas al máximo. Consta de diversas técnicas que van orientadas al tratamiento de las personas con discapacidad, en las que el elemento central es el equino.

Hace un par de años, en el predio del escuadrón 29 de Gendarmería en Malargüe se podía acceder al servicio de equinoterapia, pero posteriormente el proyecto se disolvió. Como consecuencia, un grupo de padres se unió y comenzó a trabajar. Para ello se organizaron con cargos y posteriormente se capacitaron.

Paola Valente es quien está al frente del grupo, seguida por la vicepresidente Carla Riquelme; mientras que  Claudia Muñoz es la secretaria, Patricia Quiroga la prosecretaria, Raúl Plancich ocupa el puesto de tesorero y Enzo Balenzuela el de protesorero. Los vocales son: Milena Vincent, Facundo Plancich y los revisores de Cuentas Carlos Sepúlveda y Ruiz Jorge. Además, como socios fundadores están Raquel Sepúlveda, Carlina González, Ema Medina, Francisco Riquelme, Corina Pérez, Analía Riquelme y Florencio Lucero.

La familia Plancich ha puesto a disposición un terreno para poder montar la equinoterapia. El lugar está ubicado en el Barrio Virgen de Los Vientos, en la calle Bardas Blancas, y allí los padres prepararon un sector con arena especial. Además, en esa finca vive el caballo Tranquilino.

Raquel Sepúlveda, quien tiene una hija con síndrome de Down, Yoselin, recordó que años atrás, hacía equinoterapia en Gendarmería y los resultados eran favorables, por lo que incentivó a las demás madres a seguir con el proyecto.

Para poder llevar a cabo este sueño, un grupo de padres y docentes viajaron en noviembre a Córdoba. Allí, varios de ellos hicieron un curso intensivo y luego, con los conocimientos ya adquiridos, Raúl (papá de un chico con discapacidad) se encargó de donar su finca para usar como predio. Hace tres meses el sueño comenzó a tomar forma cuando Marcelo Fernández les facilitó el caballo Tranquilino y con estos recursos dieron inicio a la equinoterapia.

Según comentó Paola Valente, las primeras experiencias ya están dando resultados: “La terapia es recreativa al aire libre, se trabaja la parte fonoaudiológica mientras se lleva al chico en el caballo”. Además, explicó que la terapia sirve mucho para la inclusión social. Por ejemplo, en el caso del autismo, el niño que crea un lazo con el equino empieza a conectarse con la gente.

Al momento de subir a los niños al caballo, unas personas llevan al equino desde la correa y otro lo acompaña desde un costado, ya que hay chicos que no se pueden manejar solos. Raquel Sepúlveda relató que su hija Yoselin tuvo una notable mejoría, a través de la comunicación y el estímulo que le da el caballo, lo que hizo que reforzara su independencia a través de su autoestima.

En tanto que Paola y Jorge Ruiz también notaron cambios favorables en Santiago. “Mi hijo tiene problemas de equilibrio y el caballo le ayudó a disociar los movimientos de caderas, lo que ayuda mucho al control del equilibrio”, aseguró Paola.

El grupo se reúne todos los sábados y actualmente 10 niños realizan la terapia. Estos papás necesitan de la ayuda de la comunidad porque “es muchísimo lo que se debe hacer y la idea es que todos los chicos puedan recibir esta terapia”. Y agregaron que quienes no puedan pagar la cuota podrán retribuir a la asociación con trabajo, y que están abocados en conseguir una ambulancia.

También necesitan un baño para los chicos, un establo y un salón de usos múltiples. “Un sueño compartido” es además un lugar de contención para los padres: se realizan charlas mensuales y se acompaña a aquellas familias que tengan que enfrentar la situación de discapacidad. El 11 de abril harán una colecta con 20 urnas distribuidas en distintos comercios, mientras que el fin de semana pasado se hizo una carrera de bicicleta para recaudar fondos.

En detalle

Beneficios. Mejora el equilibrio y la coordinación, ayuda a resolver problemas emocionales en las personas, aumenta su autoconfianza, autoestima, la capacidad de adaptación, cooperación y el sentido de responsabilidad. 
Dónde se practica. La terapia se realiza en un lugar abierto, natural, donde se pueden percibir un abanico de sensaciones sonoras, táctiles y visuales, muy favorecedoras para quien toma la terapia.
Resultados. Produce cambios tanto en personas con discapacidad como en aquellas que no tienen ninguna afección. Fortalece la atención y concentración mental, así como la capacidad de comunicación.

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