En Malargüe tienen una mirada de esperanza. En el ideario del pueblo suerño, la actividad minería se irá concatenado con la mejora obligada en la conectividad, darle vida a un aeropuerto catalogado como internacional pero que no cuenta con un solo vuelo al año, el despegue del comercio a gran escala y barrial, la creación de pymes para prestar servicios, la construcción de nuevos alojamientos, la necesidad de capacitación y profesionalización de la gente entre otros tantos rubros.
En síntesis "una mejora económica por la creación de empleo genuino para hacer frente a la alta tasa de desocupación, que llega al 40%, y en igual medida una mejora sustancial en la calidad de vida de la comunidad porque además obliga a la capacitación y profesionalismo de la gente", expreso el presidente de la Cámara de Comercio malargüina Gustavo Miras.
La voz a favor de los principales actores relacionados con el agua y el ambiente también está presente en el departamento sureño, que nació como petrolero y minero.
"Más que nosotros no hay nadie que quiera que se cuide el medio ambiente y el agua; yo tengo producción de papa semillas y necesito que no se contamine, pero creo firmemente que se puede hacer minería y debemos ser responsablemente con los cuidados haciendo que se cumplan todas las medidas de seguridad. No le temo a la minería", enfatizó Arnaldo Bujaldón (57), productor agropecuario de Malargüe.
La sanción y promulgación de la ley 9209 (que modificó la 7722) fue recibida como un respiro en la comunidad malargüina que estaba pidiendo a gritos que los dejen profundizar en la actividad minera.
"Necesitamos tener otras actividades para tener nuestra propia identidad y mejorar los ingresos. Hoy la situación del comercio es muy complicada y está muy alicaída. Hay una gran competencia y a su vez una gran desocupación, las ventas son pocas", subrayó Gerardo Giménez (49), transportista y comerciante.
“Por un lado tenés una alta desocupación y por el otro sueldos demasiado bajos en la sociedad. Muchos viven del sueldo municipal ya que la comuna salió a absorber desde hace tiempo el desempleo de Malargüe. La idea es conseguir trabajo más genuino con la minería, que mejore el poder adquisitivo de la gente y la condición de las familias”, agregó.
Para el comerciante "la minería sería uno de los pilares que haría despegar a Malargüe junto con el petróleo y el turismo. Es una actividad con fecha de vencimiento, pero sería bueno que se exploten esos recursos naturales e impulsar otras actividades que son duraderas. Por ejemplo también tenemos que aprovechar la construcción de Portezuelo del Viento".
"Malargüe alberga a muchos vecinos que llegaron de otros lugares, como yo, buscando otros horizontes. Con la minería tiene mucho futuro, es más, siempre fue minero, pero ahora como que puede dar el salto que le falta, tener mejores accesos y rutas. Si se trata del cuidado del agua y el ambiente, nosotros somos los primeros en pedirlo, para que vamos a querer perjudicarnos nosotros mismo y hechos de contaminación, se me cruzan por la cabeza, pero también creo que si está bien testeado, mientras estén los monitoreos y se hagan responsablemente las tareas, no tendría por qué haber problema, tiene que ser todo consciente", indicó el productor Bujaldón.
En la misma línea, Giménez aseguró que "tenemos que cuidar el agua y no queremos que se contamine ningún río, ni perjudicar a ningún vecino, y menos a nosotros que seríamos los primeros afectados. Creemos en las políticas de seguridad y las seguiremos para que se cumplan a rajatabla y que no pase nada".