Con sus 1.214 tubos, estructura de madera y dos espejitos que dejan ver hacia abajo, deslumbra en el coro alto el órgano del santuario María Auxiliadora de Rodeo del Medio, Maipú. Por encima, un delicado mural de ángeles completa la imagen.
Se trata de una verdadera joya y uno de los seis de estos instrumentos que conforman parte del patrimonio musical y cultural de los mendocinos.
De este total, cinco están en distintos templos católicos (además del mencionado, basílica de San Francisco, Iglesia La Merced, parroquia Santo Domingo y la capilla del colegio María Auxiliadora de Capital) y uno en la Escuela de Música. Pero no todos se encuentran en funcionamiento. Para los expertos consultados es una baja cantidad si se la compara con otras provincias.
Recorrido musical
En la iglesia de Rodeo del Medio se encuentra uno de los mejores órganos de tubo del país. El instrumento fue donado por el general Rufino Ortega e importado de la casa Ibach de Alemania. Su inauguración data de 1909 y su última restauración, de 2004.
"En el santuario de María Auxiliadora contamos con uno de los órganos más importantes de Argentina", aseguró el padre Oreste Barra, vicario parroquial del templo junto al párroco Orlando Sánchez. Los dos relataron que el dispositivo se utiliza casi exclusivamente para casamientos o alguna misa muy particular. "También tenemos dos conciertos anuales, para Navidad y Pascuas", contaron. Allí un organista es responsable del instrumento y quien asiste cada vez que se necesita hacerlo sonar.
En la Basílica de San Francisco de Asís se encuentra el órgano que más se utiliza en las liturgias y en conciertos. De hecho es la única iglesia que cuenta con dos organistas dentro de su staff fijo. El instrumento fue inaugurado en 1900 y procede de la fábrica Locatelli de Italia.
"La función del organista es muy tradicional de la iglesia, nosotros cumplimos horarios de misa y también estamos en eventos especiales", relató Juan Pablo Páez, organista dedicado a la investigación musical. Su compañero de tareas es Mariano González. En ese caso el instrumento posee dos teclados manuales (43 notas cada uno) y un teclado pedalero (27 notas), mientras que sus tubos suman aproximadamente 1.200, según información recopilada por Páez.
El órgano más antiguo de Mendoza está en la iglesia La Merced. Según una investigación realizada en la Ciudad de Córdoba en el Archivo de los Mercedarios, desde aquel convento se envió en 1873 hacia Mendoza. Pero en la década de 1960 dejó de funcionar y "volvió al ruedo" en 2013 tras una importante restauración. En ese entonces dos luthiers de Buenos Aires trabajaron en su resurgimiento.
En cuarto lugar aparece el órgano de la capilla del colegio María Auxiliadora, que parece ser el más "olvidado". Es que, tal como contaron desde la institución, actualmente no se usa, ya que allí sólo se realizan misas sencillas. Este instrumento fue inaugurado en 1960 y es uno de los 12 que se ensamblaron en el país en la década del 50.
"En la Escuela de Música de la UNCuyo se abre una taller y escuela de organería como parte del plan quinquenal de (Juan Domingo) Perón. De allí salieron 12 órganos: 11 están en Buenos Aires y hay uno en Mendoza, en la capilla del María Auxiliadora", precisó Páez a la vez que informó que si bien se trata de una fabricación local, la materia prima provino del exterior.
Por último, dentro de los que se encuentran en templos, figura el órgano de la parroquia Santo Domingo, actualmente desarmado. Tal como narraron expertos consultados, fue desmontado hace más de 10 años por uno de los frailes de los dominicos que hizo el intento de bajarlo del coro alto y nunca se volvió a ensamblar.
La cuna de los organistas de la provincia también cuenta con su propio órgano de tubos, el más chico de la provincia. "Es un pequeño órgano de gabinete del tamaño de un placard y se utiliza para estudio", precisó Páez quien detalló que es un elemento fundamental de la cátedra de órgano. Fue inaugurado durante los primeros años de la década de 1940 y proviene de la fábrica E.F. Walcker & Cia de Alemania.
Muy pocos
Comparado con Córdoba (22 órganos) y con Buenos Aires (unos 250), Mendoza posee una cantidad reducida de estos instrumentos. Tampoco cuenta con uno de gran tamaño (3.565 tubos) en una sala cultural, como sí lo tiene San Juan en su auditorio Juan Victoria. "Sería bueno que hubiera más órganos de tubo, ya que en la provincia hay dos orquestas: la Filarmónica de Mendoza y la Sinfónica de la UNCuyo y no tenemos una sala con órgano como San Juan", expuso Páez.
Carlos Zinna, organista y restaurador de instrumentos, coincidió al señalar que son pocos los órganos en la provincia. "Es que el montaje es carísimo igual que su mantenimiento", señaló. También aseguró que las congregaciones religiosas prefieren tener órganos electrónicos o utilizar otros instrumentos. "Esto se debe a que los sacerdotes en su mayoría no tienen formación musical", remarcó. Tal como pudo averiguar recientemente, uno de los órganos de tubo más "accesibles" cuesta unos 400.000 mil euros.
Organeros
Además de organista, Carlos Zinna fue uno de los últimos organeros de la provincia. "Me dediqué a la organería toda mi vida; hacía el mantenimiento, afinaba el de San Francisco y desarmé el de La Merced y me retiré hace 10 años", relató.
Actualmente sólo trabaja en pianos a nivel de piso. "Hoy no hay ningún organero en Mendoza y eso es un problema", aseveró.