Por José Luis Toso - jtoso@losandes.com.ar
Cumplidos 8 meses desde su asunción, Alfredo Cornejo no sólo puede mostrar buenos niveles de aceptación de la ciudadanía. Los números también lo acompañan en la comparación local con la gestión presidencial de Mauricio Macri.
El dato no es menor. La encuesta que publica hoy Los Andes (página 2A) parece mostrar que la gente en Mendoza reconoce que el mayor costo lo asume el Presidente por las medidas asumidas en materia tarifaria, sin que los números reflejen una mala calificación. Todo lo contrario.
Pero, esa diferencia de siete puntos porcentuales a favor de Cornejo también parecen mostrar que el Gobernador se pone a salvo de las decisiones de la Nación, algo que no siempre ha ocurrido históricamente cuando el jefe del Ejecutivo nacional y el provincial han sido del mismo espacio político, como ocurre en este momento.
En ese aspecto, la medición de Reale-Dalla Torre también refleja la consideración de una buena parte de mendocinos al estilo de gestión de Cornejo. Le reconocen liderazgo político y firmeza en el manejo de la provincia más allá de los logros inmediatos de gestión. Esto devuelve, a la figura del Gobernador de turno, el respeto a su investidura que tradicionalmente caracterizó a los mendocinos, aspecto que decayó notablemente durante los mandatos de Celso Jaque y Francisco Pérez por promesas de campaña incumplidas y errores de manejo que les quitaron, con mayor o menor rapidez, el respaldo y respeto de los mendocinos.
Así como le pueden pesar a Macri las antipáticas tarifas que surgieron de la quita de la política de subsidios del kirchnerismo, al gobernador mendocino lo pueden estar apuntalando decisiones adoptadas en estos primeros ocho meses.
Que la de seguridad sea el área del Gobierno mejor evaluada no deja de ser un dato alentador para el Ejecutivo, si se tiene en cuenta que mucha gente por momentos se resigna a pensar que la inseguridad es un problema de larga data, difícil de resolver de un día para el otro. En cambio, los números de la encuesta estarían reflejando una buena nota para la decisión de remover corrupción de la institución policial, incorporar nuevos efectivos y equipamiento e incursionar con retoques en la legislación penal.
En línea. Más allá de estos números que ponen a Cornejo por encima de Macri en la provincia, la realidad política sigue mostrando una completa sintonía de Mendoza con la Casa Rosada.
El mérito de esa buena relación, que verdaderamente no tendría por qué peligrar con un trayecto de gobierno aún tan corto, pasa sobre todo por el respeto existente entre una y otra administración.
Que Cornejo sea permanentemente bien atendido por el equipo presidencial, con asistencia financiera y respaldo político explícito, compromete al mandatario mendocino a mantenerse en una postura firme, más allá de uno que otro consejo de partidarios radicales que comienzan a sugerir tomar alguna distancia si la apuesta macrista de reactivación económica se demora más de la cuenta y comienza a desgranar la imagen.
Los tiempos de la “luna de miel” de la gente con el macrismo parecen reducirse, pero las luces amarillas de alerta que se encienden por el momento no hacen dudar en lo más mínimo a Cornejo. Dicen en su entorno que, en todo caso, advierte y respeta esas señales, pero nada lo hace dudar de que transita por el sendero correcto.
Ese compromiso fue el que llevó en la semana al mandatario mendocino a sumarse a otros gobernadores de distinto signo partidario para salir a defender la política tarifaria de la Casa Rosada, en medio de la más dura embestida que en estos ocho meses ha tenido que soportar Macri.
Habiendo admitido el Ejecutivo nacional la envergadura del conflicto político que le generó el tema de las tarifas, Cornejo y otros nueve jefes provinciales aceptaron sumarse a lo que la administración macrista denominó red de apoyos y consensos, a la que aportaron su estratégica visión ex secretarios de Energía de la Nación que siempre fueron muy críticos con la ola de subsidios que imperó durante la década kirchnerista.
Satisfechos, funcionarios cercanos al Presidente señalaron que no esperaban de Cornejo otra cosa que el apoyo dado en la semana a la política tarifaria nacional. “Después de María Eugenia (Vidal), es el gobernador preferido de Mauricio”, destacan desde despachos cercanos al presidencial.
Puertas adentro. Esta nueva semana de exposición nacional del gobernador mendocino le permite dejar para una consideración posterior temas internos de la provincia que, de todos modos, no dejan de ser inquietantes en la UCR.
El conflicto con La Pampa por las aguas del río Atuel va tomando envergadura y sobrepasa la consideración de la Nación por la falta de entendimiento entre ambas provincias. Aunque cierta intolerancia pampeana, como la de no reconocer a la vicegobernadora Montero como interlocutora institucional mendocina, molesta en Casa de Gobierno y podría llevar a Cornejo a tomar más participación en algún momento.
Independientemente de la postura dilatoria que adopta el gobierno de la vecina provincia, no es menor para el radicalismo que Laura Montero no pueda encauzar la negociación. Sabido es que la relación entre el jefe del Ejecutivo y la número dos no es la mejor, pero la Vicegobernadora tenía en el mano a mano con el gobierno pampeano la posibilidad de trascender como negociadora política y aliviar una preocupación al Gobernador..
Sabido es que tanto el Gobernador como la Vice vienen transitando por carriles internos separados, lo que lleva a los operadores de Cornejo a mantener los recaudos pertinentes para que las diferencias no se trasladen al ámbito legislativo y a la relación con los intendentes más cercanos a Julio Cobos, teniendo en cuenta que el senador nacional es quien más respalda la labor de Laura Montero.
El radicalismo cornejista prefiere evitar roces internos porque siente necesario comenzar a generar acciones concretas que vayan más allá del drástico ordenamiento de las cuentas públicas al que se vio obligado.
