El comandante de este cuartel está muerto: se trata de un expresidente cuyos seguidores insisten en que "todavía vive". Bienvenidos a la tumba de Hugo Chávez Frías.
Su mausoleo es un antiguo museo militar ubicado en el 23 de Enero, un barrio popular donde Chávez organizó su fallido golpe de Estado en los años '90 (el 4 de febrero de 1992, un grupo de militares ejecutó un intento de golpe de Estado contra el entonces presidente Carlos Andrés Pérez).
Después de ser elegido presidente, el mandatario fue generoso en atención y recursos a esta barriada. Es un territorio de 100.000 habitantes que se presenta como la vanguardia de la llamada revolución bolivariana
Hasta la taza de café
Una parte de la edificación está dedicada al mausoleo, pero también es un museo. Un guía me llevó, junto a la fotógrafa norteamericana Meridith Kohut, a una habitación donde se explica el legado del comandante y su movimiento de inspiración socialista.
La famosa boina roja (perteneciente a la 42ª Brigada de Infantería Paracaidista a la que perteneció el mandatario fallecido), se puede ver en una vitrina. También está una taza de café que solía usar, el modelo a escala de un satélite que su gobierno lanzó y un mapa de América del Sur con anotaciones.
También se aprecia una gran foto de Chávez en el último día de su campaña en 2012, su postrera aparición pública. Chávez ganó las elecciones pero unos meses después, en marzo, perdió la batalla contra un cáncer que ya se expandía por su cuerpo (falleció el 5 de marzo de 2013, a los 59 años).
A Hugo Chávez le fue diagnosticado un cáncer en 2011, mientras que en 2012, tras los comicios presidenciales del mes de octubre, fue trasladado en avión a Cuba para recibir tratamiento médico. Tras una operación quirúrgica en diciembre de ese año, su salud se complicó y en febrero de 2013 regresó a Venezuela y se internó en un hospital del ejército en Caracas.
El hombre que había nacido en en la región de Sabaneta dominó la política de su país durante 14 años y favoreció a millones de pobres con subsidios gubernamentales, viviendas de interés social y planes educativos. Añadió una estrella a la bandera (lo hizo el del 9 de marzo de 2006 para honrar un decreto del Libertador Simón Bolívar de 1817), puso a Venezuela en una nueva zona horaria y cambió el nombre oficial del país. Ahora se llama República Bolivariana de Venezuela.
Aspectos negativos
Pero también dejó un país más polarizado que nunca. Y la división no disminuyó con su muerte. Ahora la batalla es por su legado y este mausoleo es el epicentro de esa disputa.
Nos movemos hacia dentro para visitar la tumba. Llegamos a tiempo para ver el cambio de guardia: los oficiales marchan con sus espadas bajo los retratos del libertador Simón Bolívar. La tumba es plana y está hecha de granito negro. Tiene una inscripción que reza: "Comandante Supremo de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez Frías".
Las personas pasan, una por una, y colocan sus manos sobre la superficie y avanzan. Muchos estallan en llanto, otras se abrazan.
En sus miradas la tristeza aún está fresca, como si Chávez hubiera muerto ayer.