El control de cambios que estableció el presidente Mauricio Macri tuvo ayer un debut alentador, pero poco representativo: el dólar se desinfló y terminó a $ 58 sin que el Banco Central (BCRA) venda reservas, pero la sesión se caracterizó por los problemas técnicos para implementar las nuevas medidas, por la confusión de los pequeños ahorristas y por el escaso volumen por el feriado en Wall Street.
El propio titular de la autoridad monetaria, Guido Sandleris, reconoció las particularidades de la jornada y consideró que se trató de "un día atípico". Sin embargo, buscó despejar dudas y temores respecto al nuevo esquema, que definió como un "paraguas" para "proteger la estabilidad cambiaria y a los ahorristas" y "transitar de la mejor manera posible la incertidumbre asociada al proceso electoral".
A pesar de un arranque turbulento, que lo llevó a negociarse a $ 65, el dólar emprendió antes del mediodía un rumbo bajista no exento de elevada volatilidad. El billete verde retrocedió $ 3,62 y culminó a $ 58,41, según el promedio del BCRA, pero incluso quedó a $ 56,95 para la venta mediante el sistema electrónico en el Banco Nación.
Así, el dólar registró su primera baja luego de una semana frenética en el mercado cambiario local y revirtió todo lo ganado desde que el Gobierno anunció el miércoles pasado el "reperfilamiento" de la deuda de corto plazo que se interpretó como un "default técnico o selectivo".
También Sandleris trató de desestimar el miedo de aquellos que salieron a buscar sus depósitos rememorando las épocas del corralito. "Se mantiene la plena libertad para extraer dólares y pesos", remarcó el titular del BCRA. Por otro lado, confirmó que existen negociaciones con el Fondo Monetario Internacional para modificar la meta de la base monetaria para septiembre, que es la que se establece como obligatoria dentro del acuerdo firmado.
Extensión horaria
El Banco Central habilitó a los bancos a extender en dos horas el horario de atención al público durante septiembre para "dar calma a los clientes minoristas". Para Mendoza esto implicaría que las sucursales mantendrían sus puertas abiertas hasta las 15 horas.
Durante la primera jornada, de 17 bancos que operan en Mendoza, diez cerraron a las 13 horas y solo siete prorrogaron su horario. Pasadas las 14, pese a que había pocos clientes en las entidades (no más de media docena), mantuvieron sus puertas abiertas Santander Río, Patagonia, ICBC, Credicoop, Galicia y Comafi, que cerraron a las 15 horas, y el banco Francés que mantuvo sus puertas abiertas hasta las 16 horas. El resto de los bancos operó en el horario habitual.
Empleados piden que haya más seguridad
El secretario de La Bancaria en Mendoza, Sergio Giménez, comentó que se ha pedido reforzar la seguridad en las entidades, ya sea con mayor presencia policial o personal de seguridad privada, con el fin de prevenir situaciones de tensión. "No hemos tenido hasta ahora problemas de violencia o que atenten contra la seguridad de nuestros trabajadores. Hemos advertido que de producirse, la recomendación es retirarse hasta que se calmen los ánimos, y luego continuar realizando la tarea", comentó
